La mitad de los trabajadores de empresas de inserción logra entrar en el mercado laboral

La ropa usada en buen estado que dan los ciudadanos no sólo sirve para vestir a otros ciudadanos. También genera empleo. La empresa Formació i Treball se dedica al sector del reciclaje, entre otros. En ella trabajan 110 personas, de las cuales 50 son trabajadores de inserción. "Ex presidiarios, mujeres en riesgo de exclusión, inmigrantes... trabajamos con varios colectivos. Y en el 70% de los casos les logramos encontrar trabajo en el mercado", explica Xavier Puig, gerente de Formació i Treball.

El 70% está por encima de la media. La media está en el 50%, según Las Empresas de Inserción en España, primera radiografía del sector que ha elaborado la Fundación Un Sol Món de Caixa Catalunya. La mitad de los 2.382 trabajadores de colectivos más vulnerables y con menos recursos que en España lograron el año pasado tener una experiencia de trabajo real acabaron encontrando un hueco en el mercado de trabajo, tras su paso por una empresa de inserción. Estas empresas ofrecen una oportunidad laboral a personas en riesgo de exclusión. Desde los sin techo hasta drogodependientes, pasando por parados de larga duración o discapacitados. De esos 2.382 empleados, a los que hay que sumar otros 1.681 que trabajan en la estructura de esas mismas empresas, 1.086 están en Cataluña.

Cataluña es, seguida de cerca por el País Vasco, la comunidad con más de estas empresas: el 29% de las 189 que en España funcionan y que facturan 64 millones de euros. En Madrid tiene sede el 9,5% del total. La concentración de estas empresas -poco capitalizadas, un tercio de las cuales no reciben ayudas públicas y que pueden llegar a ahorrar a la Administración 28 millones al año en subsidios- se produce sobre todo en Barcelona. "Es un sector en crecimiento y genera empleo", subrayó ayer Àngel Font, director de la Fundación Un Sol Món.