El 'Hristo de la derrota'

El 15 de abril de la temporada pasada, día en que el Celta se enfrentaba al Deportivo en los resbaladizos puestos del descenso a Segunda, por los altavoces de Balaídos se escuchó: "Encomendamos el triunfo al Hristo de la victoria, Stoichkov". En el guiño del animador se equiparaba al entrenador búlgaro, que había renunciado al cargo de seleccionador de su país, con el patrón de Vigo porque la afición sabía que el Celta necesitaba un milagro.

Sustituto de Fernando Vázquez, Stoichkov debutó a lo grande: venció al eterno rival. Pero en los ocho partidos restantes sólo sumó tres puntos y se consumaron los peores presagios.

Stoichkov se fue a Segunda con el Celta con el objetivo de reflotarlo. La directiva le rodeó con Ramón Martínez, director deportivo, y Antonio López, segundo entrenador. La cosa parecía pintar bien. Stoichkov vendía más camisetas que cualquier jugador y el departamento de prensa hacía filigranas para dar salida a las 700 entrevistas pedidas.

Pero arrancó la Liga y el Celta no dio sensaciones de ascenso. En los siete encuentros disputados sólo ha sumado tres victorias y un empate que lo anclan en la undécima posición, a seis puntos de otro descenso.

El presidente, Carlos Mouriño, anunció anoche que Stoichkov le había presentado el domingo por la noche "la dimisión por motivos personales". Éste, a su lado, los detalló: "Las cuatro paredes de casa se te caen cuando estás lejos de la familia". Además, insistió en la "dificultad" de encontrar un buen colegio para sus hijos "en un periodo de formación muy importante". También dijo que esperó "por la afición a que llegase una bonita victoria" para anunciar el adiós. Sucedió el sábado, contra el Xerez, al que el Celta venció (3-1) en el mejor partido del curso.

Lo curioso es que Stoichkov había afirmado por la mañana desconocer la noticia de su despido difundida por el consejo de administración y recalcó que trabajaba para el próximo encuentro.

Según fuentes cercanas a la directiva, hay tufillo a salida pactada: "Se han cansado de sus continuos viajes a Barcelona y de que sea López quien lleve casi siempre la batuta".

En cualquier caso, Stoichkov, convertido en el Hristo de la derrota, ya tiene sustituto: Juan Ramón López Caro, ex entrenador del Madrid y el Levante. No responde al perfil de técnico mediático, pero en el Celta se prefiere regresar a Primera antes que vender camisetas.