Nuevo cisma en el baloncesto

A una semana del inicio de la liga ACB, el conflicto vuelve a instalarse en el baloncesto profesional español. La intención del TAU de inscribir al estadounidense Will McDonald como comunitario tras su matrimonio con una española ha reabierto las desavenencias con la Federación y el sindicato de jugadores, que creen que la ACB, que apoya al club vasco, "vulnera" el convenio de mayo de 2005, con vigencia hasta el final de la presente temporada. Tras las declaraciones de ayer, los actores acuerdan someterse al arbitraje del Consejo Superior de Deportes.

McDonald, que proviene del Estudiantes, contrajo matrimonio con una modelo española la pasada primavera, condición que la entidad vitoriana esgrime para inscribirlo en la categoría de asimilado comunitario en función del acuerdo de 2005. Ese pacto señala que las plantillas de los clubes de ACB deberán componerse de un mínimo de cuatro jugadores seleccionables para España, un máximo no obligatorio de dos jugadores de cualquier nacionalidad y un máximo de cinco procedentes de países integrados en el denominado espacio Europa-FIBA, entre los que se cuentan numerosos jugadores balcánicos. La FEB defiende que la ACB "ha vulnerado" ese acuerdo. "La solución es: o la normativa general para los trabajadores para España o el pacto", suscrito en 2005. Si se rompiera el pacto sucrito por ACB, FEB y ABP, los nueve jugadores asimilados de la Liga perderían tal condición y algo más de una veintena no serían considerados jugadores del espacio FIBA-Europa y ocuparían plaza de extracomunitarios. Por su parte, la ACB, a través de Josep Senespleda, su director general, estimó ayer en Bilbao que la inscripción de McDonald para la Supercopa se realizó "con toda la legalidad". "En verano, la FEB cambió su discurso y nos dijo que lo que había hecho en los dos años anteriores de convenio estaba equivocado. La ACB dice que no es posible un cambio en el último año".

Ayer, el TAU optó por no inscribirlo en la final. Para añadir más enredo, la esposa de McDonald reconoció en el diario Público que no era capaz de recordar donde se casó con el jugador, y que simplemente lo hizo para ayudarle, porque es su amigo. "Hemos hablado con McDonald y su mujer y nos han dicho que es falso", replicó el presidente del TAU, Josean Querejeta.