Lo que dice la ciencia

Los restos hallados en el maletero del Renault Scenic alquilado por los padres de Madeleine McCann, 25 días después de su desaparición, el 3 de mayo, han dado un vuelco al caso. Pero, ¿qué información contienen? Según algunos medios periodísticos, poco menos que resuelven el caso, porque, aseguran, gracias al ADN se puede averiguar si los restos son de una persona viva o muerta. "Eso es imposible. El ADN no distingue entre vivo o cadáver", responde un experto del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela, uno de los mejores en su campo. "Tampoco se puede establecer esta distinción en el caso del pelo".

Y los "fluidos biológicos", ¿qué información pueden contener? "Mucha", responde la misma fuente, "pero tendríamos que saber con exactitud de qué fluidos se trata. No es igual una mancha de sangre que restos de saliva o de cualquier otro fluido". Otro aspecto fundamental es el estado de conservación de este material. "Si el ADN estuviera muy degradado, sería imposible establecer un perfil genético básico, que consta de 15 marcadores. Aun en este caso, esos restos podrían ofrecer información muy valiosa", precisan desde Santiago.

Este experto en genética forense presupone que los científicos del laboratorio de Birmingham, puntero en este terreno, "están comparando estos restos con una muestra completa de ADN de Madeleine". Y no cree que, por deteriorados que estén, sean equívocos. "Incluso si se hubieran perdido hasta 10 o 12 marcadores genéticos, el perfil no tendría por qué confundirse con el de sus hermanos".

Una de las hipótesis consideradas es que esos fluidos pertenezcan a un cadáver. "Serían entonces parte de lo que llamamos flora cadavérica", apunta un experto del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil. "Pero si la niña hubiera muerto la noche de su desaparición, habrían transcurrido 25 días. Son demasiados. El olor del cadáver hubiera alertado a cualquiera, no hubiera sido posible transportarlo en el vehículo. A menos que hubiera estado conservado en un frigorífico".

¿Podrá precisar el análisis de ADN que el pelo encontrado pertenece a Madeleine? "A través del ADN es difícil, porque del pelo sólo puede obtenerse el ADN mitocondrial, que compartimos enteramente con nuestra madre y hermanos", explican en el Instituto de Medicina Legal de Santiago. Pero "puede ser que los cabellos de Madeleine sean de diferente largura o de diferente tono a los de su madre y hermanos". ¿Cómo se explicaría la presencia del pelo de la niña en un coche que no llegó a pisar? Una tesis es que podría haber llegado por transferencia, a través de las ropas de la niña o de los juguetes, que los mellizos siguen usando. "Es posible, pero eso depende del número de fibras (el pelo es una fibra natural) encontradas", sostiene el experto de la Guardia Civil. "La hipótesis de transferencia es válida para unos pocos cabellos aislados, pero si se han encontrado en cantidad eso denotaría un contacto entre la cabellera y el sitio donde han sido recogidos".