Uriarte pide un clamor por la paz

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, empleó ayer la homilía que pronunció en el en Santuario de Arantzazu, en Oñati (Guipúzcoa), en la festividad de la patrona provincial, para lanzar un mensaje rotundo contra ETA que combinó, una vez más, con una apelación a las cesiones de todos los partidos para lograr la paz.

El prelado instó a la sociedad a ser activa en la búsqueda de la paz, huyendo de "la pasividad y el silencio". En ese camino precisó tres tareas que no se deben declinar. Y son: "Aliviar el múltiple sufrimiento provocado en tantos ciudadanos por esta inhumana confrontación, clamar públicamente por la paz y reprobar categóricamente la vuelta de ETA a las armas".

Pidió también de "todos" la "grandeza de ánimo y altura de miras para anteponer el bien superior de la paz a los intereses de partido y a las rivalidades mutuas". Uriarte incidió más en detalle que otras veces en las tareas que aguardan a la Iglesia católica en esta tesitura, entre ellas defender que "la paz y la reconciliación son posibles", "seguir requiriendo todos los derechos humanos" y recordar, "aunque duela, que una paz lograda al margen de la ética es una falsa paz".

Cuando era titular de la diócesis de Zamora, Uriarte medió en la única reunión que representantes del Gobierno de José María Aznar mantuvieron con la banda, en mayo de 1999 en Suiza, durante la tregua vigente en aquellas fechas.