Apuesta por el modelo de Bilbao tras el fracaso del de Barcelona

La Xunta se ha decantado claramente por el modelo metropolitano que acaba de echar a andar en el País Vasco y ha optado por evitar planes metropolitanos fracasados, como es el caso de Barcelona. El diseño de las áreas metropolitanas gallegas ha tenido en cuenta la operatividad de consorcios como el de transporte para el Área Metropolitana de Oporto (AMP) y sistemas de planificación estratégica como el que opera en Valladolid.

- Bilbao Metropolitano.

En septiembre de 2006, los 35 municipios de la ría de Bilbao aprobaron un plan de urbanismo conjunto que tendrá vigencia hasta 2022. El plan ha reducido en un 20% la edificabilidad planificada individualmente por cada ayuntamiento, al pasar de 109.000 viviendas nuevas a las 88.000 actuales. El plan metropolitano de urbanismo reserva 5,4 millones de metros cuadrados para suelo industrial, reserva amplias zonas verdes y planifica una red de tranvía para toda la metrópoli. El Parlamento Vasco ha dividido su autonomía en 15 áreas funcionales metropolitanas. Bilbao llevaba 17 años intentando organizar su entorno como una metrópoli.

- Oporto, nueva Ley

El Área Metropolitana de Oporto (AMP) dispone, desde este año, de una nueva legislación de desarrollo aprobada por el Gobierno portugués. Los 14 municipios integrados en la AMP han logrado, en un tiempo récord, tender una red de metro de 60 kilómetros que comunica las principales localidades del área (incluido el aeropuerto de Maia), hasta Povoa de Varzim. Los 2.000 millones de euros que ha costado el metro fueron captados de fondos europeos e inversiones del Gobierno de Lisboa. La AMP dispone, además, de su propia sociedad de capital riesgo (Primus) para atraer inversión empresarial.

- Barcelona, pendiente de la Generalitat

Barcelona es el ejemplo de área metropolitana que la Xunta ha escogido como caso más negativo. La AMB nació en los 70, se disolvió en los 80 y siempre ha vivido pendiente de que el color político de la Generalitat coincidiese con el de Barcelona y su cinturón industrial de más de 30 municipios. En la actualidad la Generalitat está trabajando, de nuevo, en una Ley de Áreas Metropolitanas que podría suprimir las diputaciones provinciales y transformarlas en veguerías (antiguas comarcas catalanas).