Mudanza por miedo a hundimiento

Han demolido todos los edificios de alrededor, han abierto un agujero de 15 metros a su espalda y una gran maquina excavadora se pasa el día llenando camiones de tierra. La cosa empezó hace 18 meses y tiene aspecto de ir a durar bastantes más. Casi todo el mundo ha vivido al lado de una obra. Pero pocos han pasado lo que los vecinos del número 3 de la calle de la Carda, en el centro de Valencia. Alguno se ha marchado, otros, están a punto de hacerlo. "Nosotras nos iremos la semana que viene", dice Evelyn, hondureña, de 22 años, "en parte porque nos da miedo. Con la máquina esa de escarbar la tierra, la finca como que tiembla".

El inmueble fue construido en 1860 cerca del Mercado Central. Todo o parte es propiedad de los dueños de la Administración de Lotería que sigue funcionando al lado del portal y que prefieren no opinar sobre el tema. "Si tenemos algo que decir", responde telegráficamente uno de ellos, "lo haremos en los tribunales".

La empresa promotora inició hace año y medio la construcción de 27 viviendas. En cuanto empezaron a excavar, sin embargo, ocurrió lo que suele ocurrir en esta parte de la ciudad: bajo el suelo se acumulaban restos arqueológicos desde la época árabe. Las obras fueron paralizadas. Los expertos comenzaron a documentar y a delimitar los hallazgos. Tardaron un año. Luego los arqueólogos se marcharon, la pala excavadora los redujo a escombros y los cargó en camiones con el resto de tierra rojiza.