La alimentación y el sector editorial, nuevos motores económicos

La industria alimentaria, el sector editorial y el metal han cogido el relevo del textil y la química en los últimos 20 años como sectores clave de la economía catalana, es decir, aquellos que tienen mayor capacidad de arrastre sobre otras actividades y, en parelelo, siguen a éstas cuando crece la demanda. Así se desprende de las nuevas Tablas Input-Output de la Generalitat, una herramienta que permite calcular el impacto de las relaciones económicas entre los distintos sectores.

Las tablas, presentadas ayer, revelan datos más o menos conocidos, como la terciarización de la economía. La alimentación, la madera y el corcho y la química han perdido peso relativo, frente a la fase expansiva que han experimentado los servicios a empresas, la construcción, la sanidad, la intermediación financiera, la hostelería, y el transporte y las comunicaciones. Los servicios pesan el 63% del producto interior bruto (PIB) catalán, 14 puntos más que en 1987. Otro dato conocido son los beneficios comerciales derivados de la entrada en la antigua CEE. Desde 1987, el año siguiente del ingreso, hasta 2001, el PIB catalán se ha triplicado, el peso de las exportaciones sobre la economía ha pasado del 56% al 68% y han aumentado de forma significativa las compras en el extranjero de las empresas catalanas.

Esta metodología permite afirmar a Idescat que el peso de la economía catalana en el conjunto de España es del 20%, frente al 18,8% oficial.

Ayudas contra accidentes

El Departamento de Trabajo ha puesto en marcha un plan de inversiones en seguridad y salud dirigido a las pymes para que que puedan renovar sus equipos y eliminar los riesgos de siniestralidad. Las ayudas podrán cubrir hasta el 20% de la inversión con un tope de 45.000 euros.