Editada la obra completa del poeta Ricardo Molina en el 60º aniversario de 'Cántico'

La editorial Visor acaba de reeditar las obras completas del poeta Ricardo Molina (Puente Genil, 1916-Córdoba, 1969). Molina fue uno de los motores del grupo Cántico y la edición de esta obra llega cuando se cumple el 60º aniversario de la revista que dio nombre a esta corriente literaria. Hasta la fecha sólo se tiene constancia de la publicación de unas obras completas de Molina en 1982, según indicaron ayer los promotores de esta idea. Sin embargo, aseguraron que se trata de un proyecto más completo que el de principios de los años ochenta.

Molina, pese a ser uno de los promotores más importantes de Cántico junto a García Baena, no disfrutó del reconocimiento en vida. Murió a finales de los años sesenta, cuando Cántico todavía no había sido reconocido por la crítica. En la década siguiente aparecieron los denominados poetas novísimos, que reivindicaron a Cántico y a sus creadores. Con todo, Molina no pudo disfrutar de aquel reconocimiento.

Precisamente durante este año se ha celebrado en Córdoba un completo homenaje a este poeta cordobés para intentar saldar parte de la deuda que tenía la ciudad con él. La edición de sus obras completas entronca con esta filosofía. La publicación consta de dos volúmenes. En el primero se incluye la poesía que Molina publicó entre 1947 y 1967. El segundo libro se centra en su poesía póstuma.

En la edición colaboran también la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba. El delegado de Cultura de la Diputación cordobesa, Serafín Pedraza, sostuvo ayer que el proceso de elaboración de las obras completas ha sido un "trabajo difícil", ya que el único precedente es el de 1982. Esa anterior edición, según afirmó Pedraza, es "poco conocida fuera del ámbito andaluz".

Pedraza adelantó ayer que en octubre está previsto que vea la luz otra importante reedición, la de la revista Cántico. En su tiempo esta corriente genuinamente cordobesa no fue bien entendida. Sus componentes -Juan Bernier, Julio Aumente, García Baena y el propio Molina- huyeron de la poesía social dominante durante el régimen franquista y se centraron en el valor de la palabra. Tras ser ignorados por la crítica, los poetas se volcaron en otros asuntos. Molina dejó algo de lado la poesía y se centró en el flamenco y en su análisis.