CEPSA niega que la fuga de San Roque superara los límites

La compañía CEPSA insiste en asegurar que "en ningún momento se han superado los límites legales establecidos en las emisiones [de azufre] procedentes de la fábrica de San Roque" (Cádiz), en referencia al escape de azufre que el pasado sábado afectó a unos 2.000 vecinos del barrio de Puente Mayorga. Javier Rosado, portavoz de la refinería Gibraltar, afirmó ayer que "la normalidad es la nota predominante en la fábrica desde el pasado sábado", ya que la unidad donde se produce el proceso de desulfuración "se encuentra operativa al cien por cien, nada más verse reducidas las emisiones".

El portavoz de la petrolera afirmó que aún no hay una cita cerrada con los responsables de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, cuya titular, Fuensanta Coves, ha defendido "restringir aún más" las emisiones de la refinería. Rosado dijo desconocer las intenciones de Medio Ambiente: "CEPSA se impuso unas severas restricciones en sus emisiones, con la firma de un protocolo establecido el pasado año con la propia Junta de Andalucía".

Mientras tanto, el Ayuntamiento de San Roque pidió ayer a la Junta que "sea dura con la refinería para evitar que se repitan episodios contaminantes como el ocurrido el fin de semana". El alcalde sanroqueño instó a la Administración autonómica a "revisar a fondo la planta de desulfuración de la petrolera" e, incluso, "si fuese necesario a paralizar su actividad".

"CEPSA cumple el protocolo al pie de la letra cuando hay un simulacro y nos avisan con tiempo, pero debería ser igual cuando se trata de un vertido real y no como ha vuelto a ocurrir que fueron los vecinos los que alertaron de lo sucedido", manifestó Miguel Núñez Chaves, responsable municipal de medio ambiente.

El ayuntamiento de San Roque también reclamó "sanciones duras" una vez que se conozca el resultado de la investigación abierto por la Junta, cuyos técnicos analizan muestras de aire.