José Tomás vuelve a los ruedos en su plaza talismán

Vuelve José Tomás. Y lo hará en la plaza Monumental de Barcelona, en un "intento de devolver a la ciudad lo mucho que ha hecho por él, teniendo en cuenta el delicado momento por el que atraviesa la fiesta en Cataluña". Barcelona ha sido una ciudad "emblemática" para el diestro madrileño. "Aquí ha triunfado y se le ha aclamado", explicó ayer su nuevo apoderado, Salvador Boix. La reaparición del matador tendrá lugar el domingo 17 de junio, en un cartel compuesto por Finito de Córdoba y Cayetano Rivera Ordóñez, con toros de Núñez del Cuvillo, avanzó en rueda de prensa el empresario Antonio García Jiménez, Toño Matilla, el nuevo gestor del coso taurino de la capital catalana. "Desde hoy, Barcelona será el centro del universo taurino", proclamó -en catalán- Boix.

La mística y la rumorología siempre han acompañado al diestro de Galapagar

José Tomás lució por última vez el traje de luces en septiembre de 2002, tras siete temporadas como matador de toros, tres de ellas en la cima del toreo, sin nadie que le hiciera sombra. Se anunció su retirada justo una semana después, aunque esta noticia nunca fue confirmada por el propio torero. La mística y la rumorología han acompañado al diestro en su ausencia. Durante los cuatro inviernos posteriores a su retirada, el rumor ha circulado sin descanso en los mentideros taurinos y periodísticos.

"No quiero decir que volveré. Pero sí que lo podría hacer. En cualquier momento", admitía el pasado verano José Tomás a Joaquín Sabina, reunidos por este diario. Ayer, su nuevo mentor lo justificaba: "Torea despacio, habla despacio y decide despacio".

Nacido en 1975 en la localidad madrileña de Galapagar, y sobrino del ganadero Vitorino Martín, "rompe" como novillero el día de su presentación en Madrid, en el que logra abrir la puerta grande después de cortar una oreja en cada novillo. Decide entonces irse a torear a México en cuya plaza del Distrito Federal se doctora como matador de toros en diciembre del mismo año. La suave embestida del toro americano le hace adquirir un temple particular, sobre todo con la mano izquierda, al que añade una quietud próxima al paroxismo con la que regresará a los ruedos españoles para electrizar y levantar a los públicos de sus asientos.

En 1997, la plaza de Las Ventas de Madrid lo consagra como a uno de sus ídolos, tras realizar dos faenas inolvidables a sendos toros de Alcurrucén, que quedarán para siempre en la retina de los aficionados, ya como matador de toros. Repetiría la misma hazaña, también en el coso madrileño, en los San Isidro de 1999 y del 2002. Sin embargo, su talismán ha sido siempre la plaza Monumental de Barcelona, donde ha llegado a salir hasta siete veces por la puerta grande y en la que dice haber toreado más a gusto que en ningún otro ruedo. La merma de la asistencia de la afición barcelonesa a su plaza no es ajena a la despedida de los ruedos de José Tomás.

El anuncio de su despedida de los ruedos causó sorpresa general en los medios taurinos, que no comprendían cómo un toreo de sus características podía retirarse en plena juventud y en pleno éxito, lo que supone un caso insólito en la profesión taurina y en la actividad artística en general. Tal vez, trató de realizar el sueño de su admirado Manolete, quien tenía pensado retirarse, tan sólo dos meses después de que Islero acabara con su vida en la plaza de Linares, como homenaje cabal a su persona. En cualquier caso, tuvo la sangre fría de saber detenerse antes de que la siguiente bala -el siguiente toro- saliera del revólver, en el escalofriante juego de ruleta rusa al que se asemejaba su toreo.

El hecho de que su vuelta vaya a tener lugar en Barcelona el próximo mes supone un hecho altamente significativo por su carácter de reivindicación y por la enorme expectación que su regreso va a crear. Su toreo escalofriante, el único que ha sido capaz de poner de acuerdo a todos los tendidos de la plaza, no puede sino haber mejorado y madurado en esta etapa de barbecho. "Vuelve porque es su profesión, en la que supongo que no lo ha dicho todo", explicaba Boix.

Durante estos cuatro años, el torero de Galapagar no ha parado de torear en el campo, en España y México, donde el último invierno aceleró el ritmo de su preparación. Este año toreará entre 15 y 20 corridas y no tiene intención de eludir plazas importantes y ferias grandes.

La familia salmantina García Jiménez, en el mundo taurino conocida como casa Matilla, asegura las corridas en la Monumental "de momento por un año, en 2007", tras un acuerdo de arrendamiento alcanzado esta semana con la familia Balañá, propietarios del coso. Pero no se compromete a más: "Si se ven buenos resultados, tanto para Balañá como para nosotros, nos ilusionaremos para seguir. Es una apuesta moral por Barcelona, un reto para nosotros", advirtió Matilla.

La primera temporada de la nueva etapa de la Monumental será más corta, pero de más calidad. Tendrá dos ciclos de festejos: primavera y verano. El primero constará de cinco corridas, una novillada y un rejoneo. Se iniciará el 15 de abril con El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavente, y astados de Venturrillo. Hasta el 24 de junio, la Monumental aplaudirá el paseíllo de Manuel Díaz, El Cordobés; Rivera Ordóñez, El Cid, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, El Fandi y Serafín Marín, entre otros. El cartel del ciclo de verano se definirá más adelante, en función de la temporada de los diestros.