PP y CiU aprueban en el Senado una moción para suprimir la agencia de alquiler

El pleno del Senado aprobó ayer, con los votos a favor del Partido Popular, Convergència i Unió y del Bloque Nacionalista Galego, y la abstención del Partido Nacionalista Vasco, una moción consecuencia de una interpelación del PP por la que se insta al Gobierno a suprimir la Sociedad Pública del Alquiler (SPA). En la moción, que obtuvo 122 votos a favor y 109 en contra, se insta al Ejecutivo a suprimir la Sociedad Pública de Alquiler y a transferir los fondos destinados a su funcionamiento a los organismos o entidades de las comunidades autónomas competentes en las políticas de alquiler.

El objetivo de la propuesta, según el texto aprobado, es "evitar duplicidades en la gestión, ahorrar gastos innecesarios y conseguir una mayor eficacia". Durante la defensa de la moción, el senador del PP José Manuel García Ballestero señaló que "se ha confirmado que esta sociedad no funciona", ya que durante su primer año de funcionamiento sólo ha conseguido gestionar 2.000 contratos de arrendamiento. A su juicio, la SPA ha sido "una ocurrencia más de la ministra, que no ha servido nada más que para malgastar el dinero de los españoles, nada menos que 20 millones de euros para conseguir poner en alquiler 2.000 viviendas". Ballestero afirmó que "la SPA tiene importantes problemas competenciales con las comunidades autónomas y pérdidas acumuladas previstas a 31 de diciembre de 2006 de 12 millones de euros".

El senador del PSOE Eduardo Orduña respondió que la política de vivienda del Gobierno ha facilitado el acceso al mercado del alquiler a 50.000 familias en un periodo de sólo dos años a través de la concesión de ayudas y de la intermediación de la Sociedad Pública de Alquiler. Orduña, quién defendió el alquiler como "alternativa magnífica" a la vivienda en propiedad, "sobre todo en un contexto de subida de tipos" de interés, destacó asimismo que la SPA ha logrado el equilibrio financiero un año antes de lo previsto. Durante su intervención, el representante del PSOE en el debate abogó por la firma de un pacto de Estado a favor de un "urbanismo armónico y transparente", que garantice "ciudades sostenibles".