Entrepinos, una urbanización mayor que el pueblo en el que se asienta

"El Ayuntamiento ya se ha dado cuenta que esto hay que solucionarlo. Y lo va a hacer, estoy seguro de ello", así de optimista se muestra Francisco Fajardo, presidente de la asociación de propietarios de la urbanización Entrepinos, en el término municipal de Hinojos (Huelva) y a unos siete kilómetros de su casco urbano.

La urbanización ilegal, que según fuentes municipales supera en tamaño a la trama urbana de Hinojos (3.600 habitantes), cuenta con unas 170 parcelas, de las que más de la mitad están edificadas, explica Francisco Fajardo. Se está pagando por el metro cuadrado de parcela entre 20 y 25 euros; y por los chalés ya construidos, entre 150.000 y 192.000 euros.

"Lo que queremos es que las calles se asfalten, que pongan alumbrado público y, sobre todo, que se instale el alcantarillado y el agua corriente", demanda el presidente de los propietarios. Ni el Ayuntamiento ni Francisco Fajardo, que sabe que los vecinos de la urbanización tendrán que aportar su parte del pago, saben a ciencia cierta a cuánto ascendería el coste total de la regularización y las consecuentes mejoras físicas, ya que eso lo tienen que estudiar los redactores del PGOU.

En este paraje protegido instaló su casa Juan Campanario, suboficial paracaidista retirado, de 40 años, con su mujer, María José Sotelo, administrativa, de 37. Su parcela, de 2.500 metros cuadrados. cuenta con un chalé y un capricho de Juan, un castillo hecho de ladrillo y del tamaño de una casita pequeña.

María José sabe bien lo que es vivir en una parcela ilegal. "Lo peor es lo del agua. La cogemos de un pozo, pero yo sólo quiero usarla para lavar. Para cocinar vamos a buscar agua, bien a una fuente pública cercana, o a comprar garrafas a la gasolinera", explica. "Lo del alumbrado público, sí asusta a mucha gente, porque de noche no se ve nada. Pero nosotros ya nos hemos acostumbrado", añade.