Elorza da por "perdida la batalla" y acepta que se analice construir la incineradora en Zubieta

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, ha aceptado finalmente a regañadientes la propuesta de la Diputación y las mancomunidades de Guipúzcoa de analizar la viabilidad de construir la incineradora provincial en los altos de Zubieta, dentro del término municipal donostiarra, aunque próximo a la localidad de Lasarte-Oria.

Elorza admitió que están "perdiendo la batalla" frente a la Diputación en la implantación de un sistema de tratamiento de basuras para Guipúzcoa, aunque anunció que procurará que la futura planta de combustión de basuras sea la más "ambiciosa" y "vanguardista". Al mismo tiempo, apostó por construir una instalación de biosecado térmico, con la finalidad de que la incineradora reciba el menor volumen de residuos posible.

El regidor justificó su decisión en la "necesidad de ayudar a la Diputación y las mancomunidades en resolver el conflicto y buscar la mejor solución, la más inmediata y con todas las garantías". No obstante, Elorza advirtió de que ubicar la incineradora en los altos de Zubieta supondrá "un grave inconveniente" para el traslado de la actual cárcel de Martutene a este lugar, como está contemplado en el Plan General que está elaborando el consistorio. Construir en el mismo lugar ambos equipamientos sería "inmoral" y "difícilmente conciliable", manifestó.

La Diputación y las mancomunidades (agrupación de municipios que gestionan las basuras) emplazaron el pasado lunes al Ayuntamiento donostiarra a estudiar la viabilidad técnica y medioambiental de los altos de Zubieta para construir en esta zona la incineradora. Esta ubicación fue propuesta por el equipo técnico que redactó el estudio que descartó las tres ubicaciones planteadas por el consistorio para la planta: dos en Landarbaso (Igoin-Azpi y Larratz) y la tercera en otra zona de Zubieta (Atxulondo-Abalotz). Para los técnicos, las tres parcelas presentan "impactos críticos" para el medio ambiente.

Elorza pidió a la institución foral y a las mancomunidades que no encarguen el nuevo estudio en Zubieta al mismo equipo que redactó el informe anterior y propuso que no se abandone la opción de Abalotz, porque permitiría alejar la incineradora más de dos kilómetros de los núcleos habitados. En cualquier caso, insistió en que no tiene "más remedio que aceptar las conclusiones de los estudios" y anunció que, en el plazo de ocho o diez días, la junta de portavoces adoptará el acuerdo de encargar un estudio sobre la zona de los altos de Zubieta. Calculó que sus resultados no se conocerán hasta dentro de dos meses.

Finalmente, abogó porque la ubicación definitiva cause la menor crispación social posible, aunque aceptó que una incineradora siempre generará rechazo.