España pierde la semifinal contra Alemania en los penaltis

No pudo con todas las adversidades. A España, descarada y aguerrida, le faltó un pelo para ser finalista del del Mundial de hóckey sobre hierba de Mönchengladbach. Perdió en los penaltis (2-2 en el partido; 3-1, en los strokes) ante Alemania, la anfitriona y actual campeona -ganó en 2002 en Kuala Lumpur-. La selección española lo soportó todo. O casi todo: el pragmatismo ofensivo teutón; el arbitraje casero, que le anuló un tanto clarísimo; la ruidosa afición -12.000 espectadores-, y el marcador adverso. Pero se atragantó con los penaltis. En la lucha por el bronce le espera Corea del Sur, que cayó derrotada en la otra semifinal ante Australia (4-2).

La punteria alemana fue envidiable. Llegó cuatro veces a la portería rival y marcó dos tantos. Emmerling, de disparo cruzado, aprovechó un bola suelta cerca del área para abrir el marcador. Y Früste, que consiguió adelantar a su equipo por segunda vez, puso el stick en un centro raso. Pero en ambas ocasiones España reaccionó.

Se quejó días antes Maurits Hendricks, el técnico de la selección, de que la hierba del estadio es lenta, dura. Le preocupaba la dificultad que tenían sus jugadores para arrastrar el stick, arma clave en los penaltis-córners. No en vano sólo habían convertido dos de los 18 de los que habían dispuesto en el torneo. Pero Santi Freixa, en el tercero de ayer, empaló la bola con rabia para batir por bajo al meta germano, para soliviantar al equipo tras el primer mazazo. Y Alex Fábregas, oportunista, recogió una bola dócil y mansa en el área para marcar por alto.

La suerte de los penaltis, sin embargo, dio la espalda a España, que erró en tres de sus cuatro lanzamientos mientras Alemania, haciendo honor a su efectividad, metió tres de los suyos.