Cortada por obras la línea férrea entre Lleida y Barcelona

La línea férrea entre Lleida y Barcelona por Manresa permanecerá cortada durante cuatro meses y medio entre las localidades de Cervera y Calaf a causa de las obras que el Ministerio de Fomento comenzará el próximo 21 de agosto para sustituir las vías y traviesas actuales. Éstas se hallan muy deterioradas por falta de mantenimiento durante varias décadas. Los trabajos afectarán a un tramo de 26,6 kilómetros y la inversión será de 15,7 millones de euros.

Durante el tiempo que duren los trabajos, un servicio de autobuses cubrirá el trayecto y realizará las mismas paradas que hacía el tren. Además, para mayor comodidad de los viajeros, habrá un autobús directo entre Cervera y Calaf. En un principio se anunció que las obras durarían 18 meses sin interrumpir el servicio ferroviario, pero finalmente Fomento y las empresas adjudicatarias decidieron reducir el plazo y cortar la vía.

La parte de la línea que se modernizará es de vía única electrificada de ancho ibérico. Estas actuaciones entre Cervera y Calaf permitirán mejorar la comodidad para el viajero y aumentar la seguridad y la velocidad de los convoyes, lo cual implicará una mejor explotación del servicio. Las obras consistirán en colocar una nueva superestructura formada por traviesas de hormigón y carril en barra larga soldada sobre una capa de balasto. Asimismo, se estabilizarán las trincheras y los muros de contención, se instalarán señales acústicas y luminosas en cuatro pasos a nivel, se eliminarán dos cruces peligrosos, se construirá un paso inferior para peatones y se acondicionará la catenaria en el apeadero de Sant Guim de Freixenet y en la estación de Calaf.

Larga reivindicación

La reforma de la línea Lleida-Manresa ha sido una larga reivindicación desde hace más de 10 años. En 2000 se creó una plataforma institucional, formada por la Diputación de Lleida, los alcaldes de todas las poblaciones por las que discurre la línea, los consejos comarcales, las cámaras de comercio y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras para exigir al Gobierno español una inversión importante para modernizar una infraestructura que se había quedado obsoleta y cuyas instalaciones se hallan en estado de abandono, lo cual afectaba a la velocidad de los trenes y a la comodidad y seguridad de los pasajeros.

Un informe elaborado por el sindicato UGT señalaba que sólo una considerable disminución de la velocidad de los trenes que realizaban el trayecto por este corredor, especialmente entre Cervera y Manresa, permitía mantener la seguridad del servicio. Este sindicato sostiene que la línea es la más degradada de todas las que dependen de Renfe en Cataluña. Debido al estado de deterioro de las vías, los trenes se ven obligados a circular en algunos tramos a 40 kilómetros por hora, con lo que el tiempo que invierten para realizar el recorrido entre Lleida y Barcelona es de más de cuatro horas.