Las divisiones frenan el debate en Naciones Unidas

Las potencias del Consejo de Seguridad quieren pactar para final de esta semana una resolución que lleve a una solución duradera de la última crisis en Oriente Próximo. Pero la idea del despliegue de una fuerza internacional de estabilización se topó ayer con un primer contratiempo, que llevó al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, a aplazar "unos días" la reunión que tenía prevista con los potenciales países contribuyentes.

Fuentes del entorno de Annan indicaron ayer que este retraso está motivado por la necesidad de que se aclaren algunos puntos del mandato de esa fuerza y otros detalles sobre su misión, como la integración de la Fuerza Interina en Líbano (FINUL). Estados Unidos, Francia y Reino Unido consideraron por su parte que esta reunión era "prematura" e insistieron en que era importante ver cómo se desarrollan las discusiones en el seno del Consejo de Seguridad antes de empezar a hablar de efectivos concretos. "Deben ser dos procesos paralelos", indicaron fuentes diplomáticas.

La fuerza, según el borrador de resolución propuesto por Francia, se desplegaría en la frontera de Líbano con Israel y Siria. Y los militares hablan de que podría estar integrada por unos 20.000 efectivos. Pero sus términos deben ser negociados. Hasta entonces, y mientras se acuerda el contenido de la resolución sobre Líbano, el Consejo de Seguridad decidió ayer prorrogar hasta el 31 de agosto el mandato de FINUL. El Gobierno libanés había solicitado la extensión de sus trabajos durante seis meses, pero a raíz de la escalada de violencia que se desencadenó en la zona el pasado 12 de julio, el secretario general pensó que era mejor prorrogarlo un mes, hasta que se aclarara la situación y se decidiera cómo podía integrarse esta operación en la futura fuerza multinacional de estabilización.

La Fuerza Interina de la ONU estaba formada a final de junio pasado por 1.990 efectivos, en su mayoría observadores procedentes de India, Ghana, Polonia, Francia y China. Además cuenta con 408 empleados civiles. Desde su creación en 1978, unos 246 miembros de FINUL perdieron la vida. El pasado martes, cuatro observadores desarmados murieron en un ataque israelí contra el puesto de patrulla en Jiam, en la Línea Azul con Israel. La resolución pide a las partes el respecto "estricto" del personal de la ONU, para evitar nuevos incidentes.

En una conversación telefónica el domingo, el primer ministro italiano, Romano Prodi, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegaron a un acuerdo sobre las condiciones para la contribución a una posible fuerza de interposición internacional en Líbano. Zapatero y Prodi plantearon tres condiciones: que la fuerza cuente con un mandato del Consejo de Seguridad, que el Gobierno libanés apoye la misión y que todas las partes estén de acuerdo en el despliegue, informaron ayer fuentes de la Presidencia de Gobierno.