Ocho meses de negociación, y nada
Tanta polvareda para quedarse a las puertas de ser aprobada. La Ley para el Derecho a la Vivienda hizo correr ríos de tinta durante los ocho meses en los que el ex consejero Salvador Milà tuvo que negociar con las patronales catalanas del sector inmobiliario. El polémico texto, que desde sus primeros borradores sufrió notables recortes, fruto de las presiones de los empresarios, levantó sobre todo ampollas porque preveía la posibilidad de expropiar viviendas vacías en zonas de alta demanda. Este artículo fue rebajado y se introdujo la figura del alquiler forzoso. El proyecto de ley también establece un plazo de calificación para las viviendas sociales de entre 30 y 90 años, reservas de un máximo del 20% para estos pisos en suelo urbano y la obligación de que los mediadores en transacciones inmobiliarias se inscriban en un registro. A pesar del rechazo a las enmiendas a la totalidad de CiU y el PP, al fin no ha salido adelante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Últimas noticias
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- Interior nombra jefe de la UCO al coronel Pedro Merino, exintegrante de la unidad y que estuvo destinado en La Zarzuela y Seguridad Nacional
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo




























































