Aromas especiados

Jesús Ramiro es un singular personaje, cocinero antes que bodeguero, con un prestigioso restaurante, Puerto Rico, donde se pueden degustar los mejores vinos de España. Y es que para Jesús Ramiro el vino es su vocación íntima. Así que, de vuelta a su tierra natal, en Valladolid, se ha dado a la noble bebida y ha creado bodega. Un proyecto que ha contado con la ayuda inestimable de Eduardo García, miembro de la saga del genial enólogo Mariano García, creador de Mauro, entre otras maravillas.

La base son uvas de tempranillo procedentes de distintas zonas de Toro y Ribera del Duero, escogidas entre vidueños viejos de probada calidad, vinificadas por separado y ensambladas con maestría. Aquí se unen el arte de comprar con el arte de vinificar, lo que a la postre resulta arriesgado. Pero el vino merece el riesgo: un tinto poderoso, cálido, con una oferta aromática muy especiada, de intensa fruta negra silvestre, madura y enriquecida con el aporte ajustado del roble. Boca carnosa, opulenta, concentrada. Buen vino, aunque con una visión del tinto ya superada.