Un grupo para proteger el cielo

Francisco Pujol, presidente del Grupo de Protección del Cielo (GPC), asegura que la cuarta parte de las luminarias públicas instaladas en Madrid proyectan, aproximadamente, más del 25% de la luz que generan encima de la horizontal, por lo que son ineficientes desde el punto de vista energético y, además, contaminantes. Entre los distritos donde el problema es más intenso, señala los de Latina, Moncloa, Retiro y Puente de Vallecas, que "disponen de centenares de luminarias tipo globo sin opacar, las cuales lanzan más del 50% de su flujo lumínico al cielo".

Respecto al ahorro de energía, señala que "tampoco se ha acometido durante este periodo seriamente la reducción de potencia en muchas calles con exceso de iluminación. Entre ellas, una gran cantidad de calles de 15 o menos metros de ancho, dotadas con lámparas de 250 vatios y con distancia entre báculos de menos de 20 metros". Otra fuente de contaminación, afirma, es la exagerada iluminación de algunas autopistas. El caso más reciente que han detectado es la iluminación que se está instalando en el enlace entre la M-30 y la A-3, que califica de "pésima". Respecto al alumbrado privado, señala que han presentado reclamos a algunos hoteles que mantienen sus fachadas alumbradas durante toda la noche. No ha obtenido resultados.

Sobre la situación en otros países de Europa se sabe que, hasta el momento, la contaminación lumínica no ha sido objeto de regulación normativa, ni en España ni en el ámbito de la Unión Europea. Es potestad de cada gobierno local emitir las ordenanzas que establezcan sus propios parámetros de iluminación.