El Gobierno tiene luz verde para encauzar el Ibaizabal

El encauzamiento de los ríos Nervión e Ibaizabal se ejecutará por fin después de más de una década de proyectos. Las expropiaciones de terrenos, el último obstáculo para que el Gobierno vasco comience las obras, serán financiadas por la Diputación de Vizcaya tras el acuerdo firmado ayer en Basauri. La ejecución de estos trabajos permitirá evitar las inundaciones que suelen sufrir los municipios de Basauri, Galdakao y Etxebarri.

El encauzamiento de estos dos ríos figura en el plan de prevención de inundaciones aprobado en 1993, pero su ejecución se ha demorado por falta de presupuesto, según han aducido las autoridades. Basauri ya padeció hace ahora un año importantes pérdidas después de un temporal de lluvias y el Ejecutivo vasco anunció entonces que las obras comenzarían a finales de 2005.

Sin embargo, el Departamento de Medio Ambiente no disponía de los terrenos para iniciar las obras, que incluyen la ampliación del cauce, la demolición de edificios fuera de ordenación, sustitución de puentes y cambios en otros viaductos. Ante la falta de avances, la Diputación de Vizcaya se ha comprometido a financiar las expropiaciones de los terrenos en Basauri, Galdakao y Etxebarri, donde se ejecutará el encauzamiento del Nervión y el Ibaizabal. El coste total de la ampliación del cauce se estima en unos 20 millones de euros y se ha fijado el inicio de las obras para finales de año. El diputado foral de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, explicó que la financiación de las expropiaciones supone una actuación "excepcional", que también se ha realizado en Bermeo -con problemas periódicos de inundaciones- y se espera ampliar a Mungia.

Las expropiaciones de los suelos resultan menos complicadas en Basauri y Etxebarri, donde casi todo el terreno es municipal. En cambio, en Galdakao las superficies afectadas son de propietarios privados principalmente. Las obras de encauzamiento en el Nervión afectarán a más de 2.000 metros cuadrados de terrenos y en el Ibaizabal superarán los 3.200 metros cuadrados.

Hasta hace poco más de dos años, el Gobierno vasco había invertido 200 millones de euros para evitar inundaciones como las de 1983, que dejaron en Euskadi 34 muertos y cinco desaparecidos, así como pérdidas multimillonarias. La mitad de ese dinero fue para actuaciones en Vizcaya, donde existen más problemas.