El FMI advierte del impacto de la subida de tipos en la economía

El encarecimiento del precio del dinero y de la energía representan los principales riesgos para la estabilidad del sistema financiero mundial. Es la conclusión principal a la que llega el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el informe que presentará en la Cumbre de Primavera y que hizo público ayer. El Fondo se muestra cauto ante la evolución del sector inmobiliario en EE UU. En algunas zonas del país se observan ya los primeros signos de enfriamiento.

La percepción del FMI es, por lo general, positiva. El Fondo explica que el sistema financiero se apoya "en un crecimiento económico sólido, en unas bajas tasas de inflación, en la abundante liquidez y en una curva de tipos plana". La previsión de la institución es que esas condiciones persistan en un escenario de expansión económica y de inflación contenida, aunque hay varios retos en el horizonte referentes a los tipos de interés y a una caída del consumo privado.

El precio del dinero en EE UU va camino de tocar el 5% en mayo, tras 16 subidas consecutivas desde junio de 2004. Y en la zona euro se mantienen en el 2,5%, aunque podrían subir en junio. El FMI opina que los mercados están en condiciones para afrontar "relativamente bien" la nueva realidad monetaria. Pero recuerda que una subida de tipos "puede llevar a un enfriamiento de la economía", lo que afectaría a las empresas, a la calidad del crédito y al consumo.

Precios de consumo

El Fondo considera que los tipos en EE UU están en un nivel neutral con el crecimiento y la inflación. La evolución de los precios que pagan los consumidores será clave. Y en este punto advierte de que el encarecimiento de la energía podría jugar a la contra y obligar a subir tipos, además de "agravar" el deterioro de la balanza de pagos.

La tensión entre EE UU e Irán por la ambición nuclear del régimen de Teherán preocupa, porque podría suponer un cambio en la buena marcha de los mercados.

La entidad internacional advierte de que durante los últimos seis meses han crecido los riesgos vinculados a los desequilibrios internacionales y el alto endeudamiento de los hogares. El FMI observa un cambio de tendencia en el sector inmobiliario, que podría llegar a afectar al consumo, del que dependen dos tercios de la economía. Pero se muestra cauto, porque el grueso de las hipotecas están fijadas a 30 años.

El FMI se refiere también a los riesgos vinculados a una eventual pandemia de gripe aviar. El informe califica el riesgo de "poco probable", aunque señala que podría llegar a tener un "impacto grave" en el crecimiento.