"Han matado a nuestro héroe"
En Pale, la capital serbobosnia, los vecinos encienden velas en recuerdo de su líder

La muerte del ex presidente serbio Slobodan Milosevic ha ejercido de termómetro social en Bosnia-Herzegovina, donde 10 años después de firmarse la paz la verdadera reconciliación se vislumbra cada día más lejos. Mientras que en la mayor parte del país los bosnios musulmanes (un 48,3% de la población) y los croatas (católicos, 15,4%) festejaban la muerte del caudillo de Belgrado, en Pale, bastión del ultranacionalismo serbio, los seguidores de Milosevic encendían velas en honor de su héroe y ensalzaban a Ratko Mladic y Radovan Karadzic, los criminales de guerra más buscados por el Tribunal Penal Internacional de la antigua Yugoslavia en La Haya, y a los que los habitantes de Pale, dicen, nunca delatarían.
Situado a 16 kilómetros de Sarajevo, Pale es un bonito pueblo habitado casi exclusivamente por serbobosnios, y en el que bajo la aparente armonía de un paisaje nevado, al pie de las montañas, subyacen los sentimientos más enquistados. La patria política de Karadzic es hoy un reducto de los que todavía sueñan con la Gran Serbia. "Milosevic es nuestro héroe, nuestro presidente. Le llevaremos siempre en el corazón", dice un hombre que debe de rondar los 40 años y que prende velas a su líder en una iglesia ortodoxa en el centro de Pale, la que fuera la capital de la República Serbia de Bosnia durante la guerra, una de las dos entidades que hoy componen Bosnia-Herzegovina.
"Occidente no ha dejado que viajara a Rusia a curarse. Ellos lo han matado. Sabían que no podrían demostrar su culpabilidad y por eso lo han matado", sostiene este profesor de serbio de la Universidad de Pale, que augura al Tribunal de La Haya dificultades a la hora de ver sentados en el banquillo a Mladic y a Karadzic, acusados de genocidio por la matanza de Srebrenica, en la que las fuerzas serbias masacraron a 8.000 musulmanes bosnios. "No los van a pillar. Ahora sabemos que en La Haya matan a nuestra gente, así que el esfuerzo por ofrecerles guarida será mayor a partir de ahora", sostiene este serbobosnio.
A pesar de que Pale es una pequeña ciudad, de que casi todos sus habitantes se conocen y de que la familia de Karadzic, el que fuera jefe político de los serbobosnios, todavía vive allí, este profesor dice desconocer su paradero. Si lo supiera tampoco les delataría. "Es mi comandante. ¿Cómo voy a entregar a mi líder? Si no hubiera sido por él, este pueblo no existiría, los muyahidin de Sarajevo habrían venido aquí a degollarnos a todos. ¿Ha oído hablar del 11-S?", pregunta este hombre, que no quiere desvelar su identidad.
De los 250.000 bosnios muertos -la gran mayoría musulmanes- y del más de un millón de personas forzadas a abandonar sus casas en las campañas de limpieza étnica perpetradas en nombre de la Gran Serbia el tiempo que duró la guerra (1992-1995), ni palabra. Tampoco habla de ello Lura Glacar, que a sus 82 años tampoco delataría a los criminales de guerra más buscados y piensa que casi nadie en Pale lo haría. Sentado en un café, Glacar observa caer los copos de nieve y dice que lo único que han hecho Karadzic y su jefe militar, Ratko Mladic, ha sido "defender a su pueblo, a su gente".
¿Usted sabe dónde se esconden? El anciano levanta las cejas, alza las manos y calla. Defiende a Milosevic, porque "desde el principio siempre quiso la paz", y piensa que en todo caso debería haber sido juzgado en Bosnia. "Estamos muy apenados por su muerte", dice Glacar, apoyado en su bastón de madera. Otros parroquianos empiezan a hablar, pero callan en cuanto detectan la presencia de dos bosnios musulmanes en la sala. "No me fío de los de Sarajevo", dice un hombre.
El alcalde de Pale, Slobodan Savic, del Partido Democrático Serbio, fundado por Karadzic, dice desconocer esta realidad de la calle y anima al 20% de la población musulmana que vivía en Pale antes de la guerra a volver. "Aquí nadie está en contra de que regresen". La ciudad, sin embargo, ha visto cómo su población se duplicaba, hasta alcanzar los 30.000 habitantes, desde el inicio de la guerra, gracias a los serbios que huyeron de Sarajevo y de otras localidades y que se asentaron en Pale "porque aquí se podían sentir libres", dice Savic, quien asegura no tener "pretensiones nacionalistas".
La formación política de Savic gobierna en coalición con el Partido del Progreso Democrático y con los también ultranacionalistas del Partido Radical. En la sede de esta última agrupación política no quieren hablar de Milosevic ni del posible rebrote nacionalista que podría despertar su muerte en una celda de La Haya. En la pared de la oficina del partido cuelga un calendario ilustrado con una fotografía de Vojislav Seselj, criminal de guerra, actualmente encarcelado en La Haya. La imagen está incrustada en un mapa de la antigua Yugoslavia -Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Macedonia- y la palabra Serbia sobreescrita a lo largo de la ilustración. El almanaque es de 2006.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
La Administración de Trump publica solo una parte de los papeles de Epstein pese a que la ley le exigía difundir “todos” los archivos
La Corte Interamericana condena a México por no prevenir ni investigar el feminicidio de Lilia Alejandra García Andrade hace 25 años
García Luna apela en Estados Unidos la sentencia de 38 años por colaborar con el Cartel de Sinaloa
Volaris y Viva Aerobus se fusionan para conquistar los cielos de México y Estados Unidos
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción




























































