Seis años de internamiento

José R. F. fue detenido el 5 de abril de 2000 e ingresó inmediatamente en prisión preventiva, en una cárcel de adultos. Tenía 16 años y, según la ley vigente en esos momentos, se le aplicaba el Código Penal.

En enero de 2001 entró en vigor la Ley del Menor, que elevaba la edad penal a los 18 años. José llevaba nueve meses en prisión preventiva y, de acuerdo con la nueva norma, el tiempo máximo para los menores era de seis meses. Fue puesto en libertad. Los cinco meses siguientes, hasta que se celebró el juicio, los pasó en su mayor parte en el centro educativo Las Moreras, con visitas esporádicas a un psiquiátrico. En junio de 2001, finalmente, el juzgado de menores de Murcia dictó sentencia.

Dos informes psiquiátricos acreditaron que el menor no era "plenamente consciente de sus actos" y el fiscal, que había solicitado en un primer momento que se le impusieran tres penas de ocho años de internamiento (una por cada asesinato), llegó a un acuerdo con la defensa. Se consideró que José tenía su imputabilidad disminuida, que debía recibir tratamiento psiquiátrico, y fue condenado a seis años de internamiento terapéutico y a cuatro más de libertad vigilada, que ahora está cumpliendo.