Atracción por el otro lado

Que un alto responsable policial sea escritor es ya infrecuente, pero que buena parte de su obra se centre en un territorio que durante siglos estuvo al margen de los Estados y de sus leyes, es bastante extraño. Luis García Mañá, jefe superior de Policía de Galicia, es autor de tres novelas (O lume de Santo Antón, As plumas do moucho y Menino morreu) y de varios ensayos históricos, pero su pasión es el Couto Mixto, un territorio situado en la frontera de Galicia con Portugal, en los términos municipales de Calvos de Randín y Baltar (Ourense). Hasta el Tratado de Lisboa, en 1864, la zona era prácticamente un enclave independiente, donde no regían las obligaciones comerciales, fiscales ni militares de los reinos de España y Portugal, se gobernaba mediante usos medievales y asamblearios y constituyó una tierra de asilo para perseguidos por las dos justicias. García Mañá ya publicó el año pasado Couto Mixto, unha república esquecida (Couto Mixto, una república olvidada), pero ayer presentó otro, Couto Mixto (Edicións Xerais), elaborado a medias con el fotógrafo Xurxo Lobato. La atracción de lo alegal para los hombres de la ley debe ser tan fuerte como contagiosa, porque en el acto participó asimismo el fiscal jefe del Tribunal Superior de Galicia, Carlos Varela.-