"Quiero estudiar una carrera y ahora veo que soy capaz"

Un horizonte y una nueva sensación, la de sentirse capaces de alcanzarlo. La mayoría de los alumnos de diversificación curricular y de garantía social (programas de estudio adaptados para los chicos que corren el riesgo de no acabar la educación obligatoria) aseguran que quieren continuar sus estudios cuando terminen esos programas, en Formación Profesional (FP), o en bachillerato y luego en la universidad. A Sara Yustos, de 16 años, le quedaban una media de cinco asignaturas y ahora, en diversificación, ha suspendido sólo una y se ha dado cuenta de que es "capaz de hacerlo". Estudia 3º de ESO en el instituto Juan de la Cierva de Madrid y cuando termine 4º, también en diversificación, hará bachillerato y su plan es estudiar después Filología Inglesa. Como muchos alumnos de estos programas, no es que Sara no se esforzara, sino que no sabía "cómo estudiar". "Ahora me planifico", dice. Tampoco sabía "por dónde empezar a estudiar" Carlos Gómez, 17 años, del instituto Sáenz de Baranda de Mérida (Badajoz). Ahora, dice, le han enseñado "cómo hacer esquemas y luego estudiarlos".

"Antes nunca hacía los deberes y odiaba sobre todo las matemáticas. Este año he sacado un seis"

Para otros chicos, los problemas eran las distracciones. A Jhosteen Vega (17 años) le recomendaron los profesores ir a diversificación porque se "dejaba llevar por la pandilla", cuenta. "No íbamos a clase y, cuando íbamos, era para hacer el tonto". Ahora, el objetivo de Jhosteen es estudiar arquitectura.

La suya es la historia de muchos chavales: no sigue las clases, se ve incapaz de recuperar el tiempo perdido, se aburre, y deja de prestar el más mínimo interés. Sin embargo, en diversificación, el hecho de que haya menos alumnos (un máximo de 15), tener menos profesores y estudiar contenidos adaptados les facilita las cosas. "Yo necesitaba que los profesores estuvieran más encima", asegura Beatriz Jiménez, de Mérida. El resultado es que empiezan a seguir las clases, aprueban, y se interesan por lo que hacen. "Antes no hacía nunca los deberes, y odiaba sobre todo las matemáticas. Este año he sacado un 6 en matemáticas y como me entero, le voy cogiendo vicio", dice Alejandro Rubio (16 años). Su objetivo es hacer un ciclo de Formación Profesional para abrir un taller y ser su propio jefe.

La FP es el horizonte de la mayoría de los chavales que estudian garantía social. Muchos de ellos habían perdido completamente el interés por los estudios, y como la mitad del tiempo la pasan aprendiendo un oficio, la otra mitad se hace "más llevadera", dice Hugo Padrón, de 17 años, que estudia la especialidad de soldadura en el instituto Valentín Pasandrade de Vigo.

A Adrián Pérez, 18 años, simplemente no le gustaba estudiar. Ahora lo hace de todas maneras porque quiere terminar su programa de garantía en Mecánica en el instituto madrileño Juan de la Cierva. Después quiere "sacarse" un ciclo de grado medio de FP, pero primero tendrá que aprobar un examen de acceso y sacar el título de ESO en Educación de Adultos. En el mismo instituto y en la misma aula-taller, está cursando ese deseado ciclo de grado medio de FP Yago Pérez, 20 años, al que accedió tras terminar su programa de garantía. Y después seguirá estudiando. Ahora va a por la FP de grado superior.