"Picasso era el pintor más flamenco"

Picasso en mis ojos, un homenaje al pintor malagueño, es la última entrega de Diego El Cigala (Madrid, 1968), cantaor que se sube a los escenarios con tres guitarristas, dos percusionistas, piano y contrabajo. Con ese despliegue instrumental aborda un repertorio en el que conviven distintos palos flamencos, jazz latino y clásicos como Dos gardenias o La bien pagá.

Pregunta. ¿Qué le atrae de Picasso?

Respuesta. Que de los grandes pintores de su época, era el más flamenco de todos. Le gustaba mucho el cante por malagueñas a la guitarra, estaba en toda corrida de toros donde estuviese Dominguín, le pintó grandes decorados a Falla, se iba de fiesta con Alberti... Vivía el día a día, sin importarle nada más que sus musas y su pintura.

P. ¿Es aficionado a la pintura?

R. Me gusta. No soy un gran entendido, pero donde hay un retrato o una pintura bonita, no queda más remedio que decir "olé".

P. "Los genios nunca mueren", canta en Guernika. ¿Aspira a la inmortalidad a través de su obra?

R. Eso el público, o el tiempo, lo dirá, pero sí es verdad que los genios nunca mueren, siempre están ahí. Y los artistas igual.

P. Dijo en el Arriaga que se emociona cantando esa canción.

R. Es verdad. Grabándola, hubo momentos en mi casa en los que tuve que parar porque había mucha emoción. Además, días antes vi el Guernica en el Reina Sofía y me quedé echo polvo; decía: "Joder, cómo puede haber tanta tragedia y, al tiempo, tanta finura al describirla".

P. ¿Un teatro es el mejor sitio para disfrutar la esencia del flamenco?

R. Sí. Hombre, lo mejor es un cuarto, con cuatro. Después de eso, un escenario. Y qué mejor marco que un teatro.