Marín reclama un consenso como el que hizo posible la Constitución

El presidente del Congreso, Manuel Marín, elogió ayer el consenso con el que se redactó la Constitución y reclamó a los parlamentarios "volver a la política con mayúsculas" y emular esa capacidad de pacto para las reformas estatutarias ahora en marcha. Marín invocó unas palabras del Rey en aquel diciembre de 1978: "Si la Constitución hubiera de ser imaginada por cada uno, no habría Constitución posible". Y pidió añadir: "Si los Estatutos hubieran de ser imaginados por cada uno, no habría Estatutos posibles".

El 27º aniversario de la Constitución estuvo marcado por el debate de la reforma del Estatuto de Cataluña. Como en años anteriores, no acudieron los diputados de ERC, PNV y BNG, pero esta vez el foco se dirigió a la ausencia de los socios del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta el punto de que, al llegar al Congreso, Mariano Rajoy tuvo un lapsus delante de los periodistas. Comentó que iban a faltar los socios, e incluyó a Izquierda Unida. Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, había llegado poco antes que Rajoy. También llamó la atención la ausencia del portavoz de CiU, Josep Antonio Duran, pese a que el año pasado tampoco acudió y su formación estuvo representada por Jordi Vilajoana, miembro de la Mesa del Congreso.

El único discurso público, el pronunciado por Manuel Marín, también tuvo como sombra el proyecto catalán. Marín elogió "el esfuerzo colectivo que supo dejar de lado las diferencias por el bien de todos" para redactar la Constitución. Gracias a ese consenso constitucional, añadió, "ganamos y triunfamos porque se realizaron renuncias políticas y personales para encontrar ese gran denominador común que se llama convivir en libertad".

Marín destacó que "la democracia surgida de 1978 ha conocido la alternancia pacífica en las tareas de Gobierno" y ha creado "un espacio de paz, libertad, diversidad y solidaridad". Esto es así, según Marín, porque la Constitución de 1978 "es un texto en el que no se materializaron las aspiraciones máximas de una u otra fuerza política, pero que proporcionó a España un marco jurídico y democrático suficientemente plural, flexible y abierto, capaz de crear entre los españoles un espacio de convivencia como no había reconocido nunca nuestra torturada historia".

Ahora, según Marín, ese modelo debe mantenerse. "Es obligación de los políticos de hoy trabajar, no ya para mantener ese consenso constitucional, sino para ampliarlo". Marín había arrancado su discurso con una "bienvenida a casa" a Rajoy, tras el accidente que sufrió el pasado jueves. Le dijo que no se preocupe "por sus dedos" pues siempre podrá "votar con la mano izquierda".

Le escucharon, entre otros, el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, que fue el único ex jefe del Gobierno que acudió a la recepción. También hubo sólo un presidente autonómico, José María Barreda, de Castilla-La Mancha. Y un alcalde, el de Madrid: Alberto Ruiz-Gallardón. También estuvieron los ex presidentes del Congreso Fernando Álvarez de Miranda, Landelino Lavilla, Félix Pons y Luisa Fernanda Rudi; la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas; el presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, y el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. También acudió el embajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, quien intercambió algunas bromas con el presidente Zapatero.