Contar problemas comunes

El realizador chileno Matías Bize (Santiago de Chile, 1979) se mostró "sorprendido y muy contento" por la Espiga de Oro a su película En la cama. El filme, rodado con una auténtica economía de medios (dos actores y como único decorado la habitación de un motel), narra, según su director, "una historia muy sencilla que transcurre íntegramente en una sola noche" con la pretensión de "contar lo que les sucedía a dos desconocidos que iban a tener sexo, y nada más". Pero el guión consigue que cada personaje "termine involucrándose" en la vida del otro, a pesar de que antes de iniciar la sesión de sexo ni siquiera sabían el nombre de su pareja. "Mi película cuenta hasta dónde son capaces de entregarse dos desconocidos en una relación sexual", afirma. El director chileno manifiesta su interés por "contar problemas comunes" a la gente de su generación.

Especialmente destacable es el trabajo hecho por Blanca Lewin y Gonzalo Valenzuela, los jóvenes actores de En la cama, obligados "no sólo a desnudarse física sino emocionalmente", en el reducido espacio de una habitación de hotel. Bize no duda en calificar de "muy bueno" el trabajo de ambos, cuyos ensayos duraron cuatro meses, más tres semanas de rodaje. Se utilizaron dos cámaras digitales y aunque no niega que el resultado sea teatral, dice que en este tipo de películas "la labor del director es mover los planos" para que se note "lo menos posible" que el rodaje está hecho en pocos metros cuadrados.