Un verano luctuoso en piscinas y fuentes

El caso de Saray fue el que mejor final tuvo de los tres sucesos ocurridos en Jaén este verano, dos de los cuales acabaron de forma luctuosa con el ahogamiento de dos menores. El primero de ellos ocurrió el 14 de agosto cuando un niño de seis años murió ahogado en la piscina de un cámping de Hornos de Segura, cerca del pantano de El Tranco. El pequeño había llegado con su familia ese mismo día procedente de Elche (Alicante) para pasar sus vacaciones en la Sierra de Segura. Todos los intentos por reanimarlo resultaron infructuosos a pesar de que fue trasladado a un centro de salud cercano y de que un helicóptero del 061 estaba dispuesto para evacuarlo a un hospital.

La fatalidad volvió a repetirse nueve días después en Martos. Una niña de tres años de edad falleció ahogada tras caerse dentro de una fuente pública. La hipótesis que se barajó entonces es que la pequeña estaba jugando en el lugar, se subió al bordillo de la fuente para intentar coger una muñeca que había caído al pilar, se resbaló y cayó al interior de la fuente. Su familia se ha personado en las diligencias abiertas por el juzgado marteño por la vía penal, pero su letrado, Manuel Gutiérrez, ya ha avanzado que en caso de que se archive esta vía iniciarán una reclamación patrimonial contra el Ayuntamiento.

Gutiérrez es también el abogado de la familia de Saray, la niña que estuvo a punto de ahogarse en la piscina municipal de Las Fuentezuelas de la capital jiennense. Al igual que en Martos, la familia se ha personado en las diligencias que tiene abiertas el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén. "No se acusa a nadie, sólo queremos que se aclaren los hechos", señaló el letrado, que ha pedido al juez que llame a declarar a los socorristas que ese día estaban trabajando. Aunque la niña evoluciona bien -logró salir del coma-, el abogado asegura que aún sigue en tratamiento por parte de un médico forense, por lo que se reservan las acciones legales pertinentes.