El incendio que afecta a Cáceres y Toledo ha arrasado ya 3.200 hectáreas

Los servicios de extinción lograron controlar ayer el incendio que se inició el jueves en Cáceres y que se extendió a Toledo. Fuentes de la Junta de Castilla-La Mancha y Extremadura señalaron que el fuego arrasó 3.200 hectáreas de pinos, eucaliptos y monte bajo. Concretamente, unas 2.500 en la comarca toledana de la Jara y unas 700 en la comarca de Villuercas (Cáceres), según las primeras estimaciones realizadas por GPS desde el aire.

Las condiciones meteorológicas de la madrugada del viernes, con temperaturas inferiores a 20 grados y viento suave, favorecieron que los 25 retenes, con 14 máquinas, controlaran el incendio a primera hora de ayer. El resto del día, los equipos de extinción se concentraron en enfriar el terreno en la zona perimetrada. Trabajaron apagando los rescoldos 13 retenes, bomberos de Talavera de la Reina (Toledo), 14 equipos de maquinaria pesada, nueve helicópteros y un avión de coordinación. "Tememos que cualquier ráfaga de viento pueda reavivar los rescoldos", afirmó el delegado de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha en Toledo, Manuel Guerrero.

El fuego parece ser que comenzó de manera intencionada. Vecinos de la zona y el alcalde de Alía, Gabriel Archilla, aseguraron que el incendio empezó en seis o siete puntos y que en el lugar se encontraron varias mechas. Las llamas se extendieron rápidamente a Toledo, después de saltar el cortafuegos que había entre ambas provincias.

Unos 150 vecinos de la pedanía toledana de Minas de Santa Quiteria, desalojados porque las llamas rodearon la localidad, regresaron ayer por la mañana a sus casas. Pasaron toda la noche en Sevilleja de la Jara. La mayor parte de ellos alojados en un hostal, otros en la Casa de la Cultura y algunos en casas particulares, mientras que los ancianos fueron acogidos en una residencia de Nava de Ricomalillo.

"Cuando miro, lo que veo es desolador. Todo lo que rodea al pueblo está quemado", dijo el alcalde de Sevilleja de la Jara, José Porras. El regidor da por hecho que el fuego ha sido intencionado. "No entiendo por qué", afirmó. "Como no sea riña entre fincas o algún problema por la caza... Si no, sólo puede ser algún loco", añadió. Porras anunció que pedirá ayudas económicas en el próximo pleno del Ayuntamiento, ya que los vecinos viven de la caza y la recogida del níscalo. "Pediremos a la Junta todo lo que se pueda pedir".

El pasado mes de julio otro incendio calcinó entre 8.000 y 10.000 hectáreas en la comarca cacereña de Villuercas. También Minas de Santa Quiteria ha registrado dos incendios más este verano. El primero, de pequeñas dimensiones, en junio; y el segundo, de mayor importancia, el 4 de agosto, arrasando un total de 700 hectáreas. También se cree que fue intencionado.