Un detenido en EE UU da pistas clave sobre el 7-J

"Mataré a cualquier americano que vea en Afganistán, y mientras esté en Pakistán, mataré a cualquier soldado americano que vea allí". Ésta fue una de las confesiones más impactantes que Mohamed Junaid Babar, arrestado el año pasado en EE UU y procesado tras haber reconocido cargos terroristas, hizo a la cadena de televisión canadiense ITN en el otoño de 2001. Babar, de 30 años, se ha convertido ahora en una ayuda de gran valor para los investigadores de los atentados del 7-J, al probar la conexión entre Al Qaeda y uno de los suicidas de Londres, Mohamed Sidique Khan, según afirmaron fuentes de la inteligencia estadounidense. Además de reconocer a Khan a través de fotografías como una persona a quien conoció en Pakistán y a quien acompañó hasta un campo de entrenamiento, Babar ha desvelado otros detalles de gran utilidad para descifrar el entramado terrorista.

Babar, que admitió haber proporcionado nitrato de aluminio a una célula paquistaní en el Reino Unido y diversos materiales a "un alto cargo de Al Qaeda en Pakistán", ha querido demostrar su relación con los terroristas que atentaron en Londres. "La conexión de este preso con diferentes células y redes parece crecer cada día", aseguró una fuente oficial. La operación a que hace referencia fue detectada y desarticulada en 2004.

El FBI comenzó a seguirle la pista debido a las incendiarias declaraciones que realizó en tierra paquistaní tras los atentados del 11-S, en los que su madre estuvo a punto de morir, pero no pudo apresarle hasta su vuelta a Nueva York.El caso se ha convertido para la Casa Blanca en un ejemplo de investigación clave. Y Babar, nacionalizado estadounidense, ha sabido sacar partido: aunque podría enfrentarse a penas de hasta 70 años de cárcel, es más que probable que la sentencia sea menor gracias a su colaboración con las fuerzas de seguridad.