La medida genera el rechazo de los sindicatos y de la oposición autonómica

La iniciativa de comprar suelo en Marruecos ha generado rechazo entre los sindicatos y la oposición valenciana. Carlos Calero, responsable de Acción Sindical de UGT en el País Valenciano, asegura que el sindicato no apoyará ninguna medida que fomente la deslocalización. "Otra cosa muy distinta es que el acuerdo sirva para regularizar el flujo de salida de los empresarios que, de igual forma, se van a ir a fabricar fuera", dice, consciente de las dificultades de los sectores productivos tradicionales en la Comunidad Valenciana. La falta de información oficial sobre los detalles del convenio obliga a los sindicatos a ser prudentes, pero UGT pide garantías de mantenimiento de la producción en España y el respeto a los derechos sociales de los trabajadores. Jesús Romero, de CC OO, añade que el fomento de la deslocalización podría acabar convirtiendo a la comunidad en un mero centro logístico, cuando " las actividades productivas son las que crean riqueza y la fijan en las regiones".

La oposición política tampoco ve con buenos ojos la medida. "Despropósito", ha sido el término utilizado por la secretaria de Economía e Industria del PSPV-PSOE, Amparo Marco, para valorar la idea de "gastar dinero público en un polígono industrial en Marruecos", tal como dijo, "mientras que los dos parques empresariales de la Comunidad Valenciana (Sagunto y Castellón) están por desarrollar". Con la deslocalización de fondo, opina: "Otra cosa es que las empresas lo hagan como iniciativa privada, pero nunca con dinero público". El diputado autonómico de Esquerra Unida Ramón Cardona cree "inaudito" que la Generalitat, "con recursos públicos, favorezca, de manera tan escandalosa, el desmantelamiento industrial".