Comisiones bancarias

He viajado por Europa y África, he visitado monumentos y museos, por lo cual he pagado entrada. He podido comprar las entradas en taquilla, comprar bonos para varios monumentos e incluso adquirirlas en España. Aunque las tarifas hayan sido caras, creo que, en general, salvo excepciones, se adecuaban al nivel de vida del país en el que me encontraba.

Pero aquí es diferente. Los sueldos son de los más bajos de la UE, pero las tarifas para monumentos y espectáculos son equiparables. Si resulta caro ir al cine, ya no hablemos del teatro o la música. Y en muchas ocasiones no hay alternativa posible en la compra de entradas. Las entidades bancarias siempre están en medio, aunque tengas que hacerte tú mismo la operación a través de Internet o de un cajero, y además pagar comisión por ello.

Un ejemplo: en agosto quiero ir a la Alhambra. He tenido que comprar las entradas vía Internet porque la entidad bancaria que se encarga debe utilizar la mayoría de sus beneficios en llenar los bolsillos de sus directivos en lugar de ofrecer un horario más amplio y dar un mejor servicio al usuario contratando a más personal; sólo he podido comprar cinco entradas por estar limitado, pero lo peor es que también he tenido que pagar comisión por la entrada de una niña de dos años que no paga, y todo ello para tener un código que tengo que canjear en la taquilla del monumento por las entradas. ¿Qué hace la entidad bancaria aparte de cobrar por venderme una entrada gratuita.