Tras unos 'fuente ymbro' nobles y sin peligro, hoy debutan los 'victorinos' en el último encierro

Y ahora sólo queda la traca final de los debutantes victorinos corriendo por las calles de Pamplona en el último y octavo. Para abrir boca, otra ganadería primeriza, la de Fuente Ymbro, se lució en el encierro con el mejor tiempo de este año, dos minutos y medio, y exhibiendo una gran nobleza. Ningún mozo sufrió heridas por asta de toro y sólo dos tuvieron que ser hospitalizados por sendos golpes. El primero, Miguel Ángel Redón, castellonense de 28 años, sufrió un traumatismo torácico, mientras que un experimentado y gran corredor, natural de Madrid y de 31 años, cayó a los pies de la manada y fue pisoteado. Perdió la consciencia y fue atendido por un traumatismo craneal.

En el que hacía el séptimo encierro de las fiestas, lo más complicado fue situarse ante los pitones. Los corredores saben que les quedan muy pocas opciones de lucirse y arriesgan todo, entrando con los codos y tratando de prolongar al máximo la carrera. Sus rivales, los toros de Fuente Ymbro, protagonizaron una carrera muy limpia, saliendo arropados por los mansos y sólo en el Ayuntamiento un burel tomó la cabeza. Cinco de los astados golpearon violentamente contra la curva de Mercaderes y Estafeta y uno a punto estuvo de volverse, aunque los cabestros lo frenaron. Allí se rompió un poco la manada, aunque sin llegar a dejar el espacio que todos los mozos anhelan. Estafeta y la recta de Telefónica volvieron a ser las zonas más masificadas hasta la entrada al albero. Cuatro toros y dos cabestros entraron limpiamente a chiqueros, mientras que otro animal seguía casi de inmediato el camino. El último astado se mostró más remolón, pero fue muy bien llevado a los corrales para cerrar el penúltimo encierro sanferminero.