Las cuentas no están claras

Los componentes más técnicos del equipo español encargado de las perspectivas financieras -Miguel Sebastián, asesor económico del presidente; Alberto Navarro, secretario de Estado para Asuntos Europeos, y Enrique Viguera, director general del departamento- seguían enfrascados en la tarde de ayer con el potente programa informático preparado por Economía para calcular los efectos de las propuestas sobre los parámetros decisivos de la negociación: el importe total de los fondos que España recibirá tanto en concepto de cohesión como para desarrollo regional y el saldo neto que resultará del conjunto de propuestas. Son datos que los negociadores mantienen en secreto y sin los cuales resulta imposible evaluar el efecto final de las posiciones que se barajan.

La principal novedad para España de la propuesta del miércoles es un modesto aumento de las ayudas a Canarias, por su carácter ultraperiférico, de 20 a 30 euros por habitante y año. Las ayudas a las regiones que pierden fondos por crecer frente a la renta media comunitaria como consecuencia de la ampliación se fijan en 600 euros por desempleado, una cantidad relativamente alta ya que en la propuesta anterior se contemplaba un margen de 100 a 700 euros. El importe de los dos años adicionales en el Fondo de Cohesión se fija en 2.000 millones de euros, más o menos la cifra esperada.

La propuesta no incluye, en cambio, ni la ampliación de ese plazo ni las mejoras pedidas por España en la dotación de las políticas de desarrollo regional, del programa Natura 2000 y de la política pesquera. Más preocupantes aún son los efectos que pueda tener la reducción del presupuesto de la Política Agrícola Común en un 5,6%, como consecuencia de la inclusión de Rumania y Bulgaria, y la fijación del límite de gastos efectivos en el 1% del PIB comunitario.

El Gobierno asume que perderá 20.000 millones de saldo neto por el crecimiento económico de España y otros 15.000 millones por el coste de la ampliación. La negociación se refiere a los 13.000 que quedan hasta los 48.000 millones de euros del pasado septenio.