"Harán falta años para reparar esta situación"

John Esposito, director del Centro de Entendimiento Cristiano-Musulmán de la Universidad de Georgetown y autor de 25 libros, entre ellos La amenaza islámica, ¿mito o realidad?, considera que el precedente de Abu Ghraib juega en contra de la credibilidad del desmentido de Newsweek sobre las supuestas profanaciones del Corán en Guantánamo.

Pregunta. ¿Va a ser complicado que se calmen las aguas?

Repuesta. Creo que harán falta años para reparar la situación creada. La gente olvida que el Corán es para los musulmanes el libro de Dios y que ya hubo denuncias de otros detenidos en Guantánamo de que estas cosas pasaban. Ante la rectificación de la revista, mucha gente piensa que es por la presión de la Casa Blanca, incluso aunque no sea verdad. Y esto ocurre después de [los abusos de] Abu Ghraib, donde las mujeres interrogaban a los hombres musulmanes y se utilizaba la religión y el sexo... Por eso a muchos les resulta creíble la primera información.

P. Es decir, que no se trata de averiguar si la rectificación es sincera o no, sino de que existe la percepción de los antecedentes.

R. Exacto. Parte del problema es que debido a la historia reciente y a los ejemplos en los que se ha mentido y se han mantenido secretos, la gente va a pensar que esto es otro ejemplo de algo que se quiere esconder.

P. El Departamento de Estado trata de controlar los daños y el Pentágono asegura que va a investigar si ha habido o no profanación.

R. En caso de que se revisen y haya responsabilidades, ¿qué van a hacer? Ha habido revisiones sobre lo ocurrido en Abu Ghraib, pero, ¿se ha castigado realmente a toda la gente que había que castigar? En la rectificación de Newsweek se dice que no tenían ni idea de que la historia que publicaron iba a provocar esta reacción; hay que ser muy estúpido para no imaginárselo. Ya pasó con el libro de Salman Rushdie [Los versículos satánicos]: hubo manifestaciones y muertos.

P. ¿Qué debe hacer el Gobierno de Estados Unidos?

R. Este Gobierno ha llamado la atención, con razón, sobre la importancia de los aspectos económico y militar de la guerra contra el terrorismo. Pero para ganar en una guerra global no sólo es necesario capturar terroristas, se trata también de cambiar las condiciones que alimentan al terrorismo. Y para eso hay que desarrollar la diplomacia doblemente entendida: como relaciones públicas y como parte de la política exterior de Estados Unidos. Y hasta que el Gobierno no sea capaz de manejar ambos factores adecuadamente, las cosas se van a poner peor antes de que empiecen a mejorar. Creo que va a hacer falta una política muy activa de control de daños, y que incluso así no va a ser suficiente.