De la Vega defiende que el voto afirmativo combate el "nacionalismo exclusivo"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que la Constitución europea y la UE son una "vacuna" contra "los viejos demonios europeos de la guerra y las pulsiones autodestructivas de la intolerancia, el nacionalismo exclusivo y la autoafirmación agresiva".

Así lo puso de manifiesto la vicepresidenta del Ejecutivo en la conferencia inaugural de unas jornadas sobre la Ley Fundamental europea organizadas por la Fundación Pablo Iglesias, y a la que asistieron unas 300 personas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

De la Vega destacó que ser europeo no es un estado beatífico y consideró que un parón significaría un fracaso colectivo, que "podemos y debemos evitar". También alertó de que el voto negativo o la abstención en el referéndum del próximo día 20 tiene un "precio muy elevado", que paralizaría la dinámica europea y dejaría en funcionamiento el Tratado de Niza, con sus "soluciones insatisfactorias".

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, también rompió ayer una lanza en favor del voto afirmativo, y alertó de que el rechazo a la Constitución europea generaría una "crisis muy difícil de solucionar" y supondría dejar a la Unión Europea "en la estacada".

En una conferencia en el Foro Tribuna Barcelona, a la que no asistió ningún consejero del Gobierno catalán, Borrell hizo un canto a la Constitución europea a la que calificó de "ADN del europeísmo" y llamó a la ciudadanía al voto afirmativo para afrontar un mundo en que las cosas cada día se le ponen más difíciles a la UE: "China se ha convertido en el taller del mundo, la India en su oficina, Estados Unidos en el cuartel y laboratorio del mundo y Europa en la residencia de la tercera edad". "Se me escapan las razones del no", agregó.

Al acto, presentado por el actor Albert Boadella, asistieron, entre otros, la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, y el ex dirigente de CiU Josep Maria Cullell.