Los otros candidatos

De los seis presidentes que ha tenido la Conferencia Episcopal desde su creación en 1966 -como consecuencia de las reformas del Concilio Vaticano II-, sólo el cardenal Tarancón logró los dos tercios de los votos necesarios para un tercer mandato sucesivo [en realidad, el mítico prelado gobernó la CEE más tiempo: desde finales de 1971 hasta 1981, pues sustituyó al arzobispo Casimiro Morcillo, del que era vicepresidente, cuando éste falleció antes de cumplir el suyo]. Ni los cardenales Fernando Quiroga Palacios (1966-1969) y Ángel Suquía (1987-1993), ni los arzobis-pos Gabino Díaz Merchán (1981-1987) y Elías Yanes (1993-1999) lograron superar la barrera estatutaria de los dos tercios.

Tampoco lo hará Rouco dentro de un mes, salvo imprevistos. Eso quiere decir que los 78 prelados en activo, con una edad media cercana a los 70 años, están pensando ya en otras alternativas. El mejor colocado es el primado de Toledo, arzobispo Antonio Cañizares, también conservador y, sobre todo, antinacionalista. Contaría con el apoyo del episcopado de la provincia eclesiástica de Valencia (nueve prelados), con la mayoría de los de la provincia de Toledo (seis), más el trasvase de votos que, tras el fracaso de Rouco, pudieran preferirle a él frente al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, sustituto en esa archidiócesis del propio Rouco y gallego como él.

En buenas condiciones para colarse en las primeras votaciones de tanteo se encuentran también los arzobispos de Oviedo, Carlos Osoro (Castañeda, Cantabria, 1945), y de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza (Aldea de Fresno, Madrid, 1944), con el arzobispo Cañizares (Utiel, Valencia, 1945) los más jóvenes entre los posibles candidatos. Parecen descartados los dos únicos prelados del Opus Dei en España, Francisco Gil Hellín, arzobispo de Burgos, y Jaume Pujol Balcells, arzobispo de Tarragona. El prelado de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, probable cardenal en futuros consistorios, puede ser aupado a la vicepresidencia de la CEE, cargo que ocupó su predecesor, el cardenal Ricard Maria Carles, hasta hace tres años.

El arzobispo de Sevilla, el franciscano Carlos Amigo Vallejo (Medina de Rioseco, Valladolid, 1934), arzobispo desde los 37 años, ofrece el perfil más abierto de todo el episcopado, lo que, más que una ventaja, parece un inconveniente en la actual situación de la Iglesia de Roma, sobre todo en España.