El gigante, contra las cuerdas

Noel Forgeard, consejero delegado de Airbus, presentará hoy en París los espléndidos resultados del año que acaba de concluir y la semana que viene en Toulouse desvelará al mundo el A380, el avión que empequeñece al jumbo de Boeing, hasta ahora el mayor aparato civil que surca los cielos. Hoy y la semana que viene, Airbus se comerá a Boeing y de esa rivalidad nacen las diferencias sobre las que Washington y Bruselas quieren evitar que se pronuncie el tribunal de la Organización Mundial de Comercio.

Airbus va a anunciar oficialmente que en 2004 superó muy holgadamente los 305 aviones que vendió en 2003, cuando por primera vez doblegó a Boeing en el mercado mundial de la aviación civil. Entonces la firma de Chicago sólo pudo colocar 281 aparatos. En 2004, Boeing ha vendido apenas 285 aviones. Las diferencias de ventas van a continuar en ejercicios sucesivos, dado que a finales del pasado curso la lista de pedidos de Airbus era más de la tercera parte superior a la de Boeing: 1.379 aparatos para el fabricante europeo frente a los 1.060 del americano para los próximos años.

La industria aeronáutica europea, a la que en 1992 Boeing accedió que se le concediera tratos de favor por considerarla en pañales, ya es un rival con todas las de la ley que tiene contra la cuerdas a quien durante décadas gozó de hegemonía en los cielos del mundo. La próxima semana, Airbus dará un nuevo paso adelante con la presentación del A380, que con sus dos pisos y capacidad de transportar 555 pasajeros (hasta 888, si se eliminan las salas de descanso) compite directamente con el 747 de Boeing.

Ayudas o créditos

Ante el drástico cambio de panorama, Washington alega que los proyectos de Airbus ya no son acreedores de apoyos gubernamentales directos de hasta el 33% de los costes de desarrollo, una de las ayudas que recibe la aeronáutica europea. Bruselas replica que tal soporte no son subvenciones, sino créditos reembolsables con intereses en un plazo de 17 años.

Y pasa a la ofensiva: Boeing se beneficia como compañía de sus trabajos en la vertiente militar, de sus programas para la NASA y de sus negocios con el Pentágono. También recuerda la Comisión las sustanciosas subvenciones que tiene previsto recibir el 7E7 Dreamliner que Boeing planea lanzar al mercado en 2007, incluidos los 3.200 millones de dólares que le concede el Estado de Washington, donde se fabrica. "La única diferencia es que la inversión de lanzamiento del A380 es reembolsada y es compatible con el acuerdo de 1992 y el apoyo de Washington no lo es", dice la Comisión.