Te recordamos, Víctor

Como aún está Luchín, en tantos continentes, con otros muchos niños, que juegan con su pelota de trapo y comen tierra y gusanos, abramos todas las jaulas y que vuelen como pájaros, en cumplimiento de un verso, mientras a Víctor Jara le meten otros 34 balazos entre pecho y espalda, y los soldados de la dictadura chilena, de todas las dictaduras, le machacan las manos y la cara. 31 años ya desde que lo asesinaron, tan oscura y miserablemente, como asesinaron a García Lorca, su guitarra sigue teniendo sentido y razón; ironía y ternura, su voz, que combate y denuncia el clamor del saqueo del poder. Mira, por si te sirve, a Víctor Jara lo recuerda Amanda y lo recordamos todos -"hermanos, compañeros"-, corriendo por las calles mojadas del planeta, todos cuantos queremos vivir en paz y en justicia y en igualdad. Y qué noticia, aunque, por supuesto, tú ya la sabrás: un juez ha procesado y ordenado la detención del teniente coronel Mario Manríquez, como responsable del crimen. El crimen fue en el Estadio Chile, donde se instaló la tortura, y que ahora lleva el nombre del cantautor desmembrado. Lo perpetraron los sicarios del capitalismo y de la CIA, al mando de un vendido. ¿Y ahora? ¿qué inmunidad invocará ese teniente coronel de la infamia?, ¿en qué supuesto trastorno mental lo hospedarán sus cómplices?, ¿habrá que esperar muchos años para escuchar la sentencia, si es que hay sentencia? Los humildes, los desposeídos, los explotados, se sientan a prisa, cuando llegan a sentarse, en el banquillo, y salen por la puerta de atrás hacia la fosa o la cárcel. Nada pueden alegar porque carecen de pan, de abogado y de psiquiatra. No mueren como héroes, ni falta. A veces, ni mueren: simplemente abonan la propiedad de los terratenientes. Qué de historias nos van llegando, qué de historia están sucediendo en estos instantes. Pero a Víctor Jara lo recuerda Amanda y lo recordamos todos. Vamos a desalambrar su memoria, sus canciones, sus huesos. ¿Desalambrarán siquiera una protesta, un recuerdo, aquellos que se dicen de izquierda y se emboscan en un despacho institucional?