El jefe del Ejército chileno se compromete a respetar los derechos humanos

El comandante en jefe del Ejército chileno, el general Juan Emilio Cheyre, pidió ayer a la sociedad avanzar para cerrar las heridas del pasado por las violaciones a los derechos humanos, pues "así como la verdad y justicia son necesarias (...), la reconciliación también lo es", dijo la máxima autoridad castrense. Cheyre anunció que la institución está elaborando normas internas que reflejen el respeto a la dignidad humana y criticó el compromiso que tuvo en el pasado el Ejército con los aparatos represivos, sin mencionar al ex dictador Augusto Pinochet.

Cheyre pronunció su discurso sobre el compromiso del Ejército con los derechos humanos en el siglo XXI ante unas mil personas que llenaron el auditorio de la Escuela Militar, en Santiago, incluyendo autoridades de los tres poderes del Estado, académicos y las propias víctimas de violaciones a los derechos humanos.

Las normas del Ejército, derogadas en 1926, cuando se dictó el Código de Justicia Militar, están siendo reformuladas para ser reeditadas en 2005 y convertirse en un "código de ética" de la institución. Pero este compromiso, agregó, de nada serviría "si la sociedad no asume también el suyo con el Ejército". Éste, afirmó el general, no consiste en "impunidad, punto final o borrar el pasado", sino en "cerrar las heridas", y compete a "la sociedad y sus representantes la superación del pasado sin negarlo".

La intervención de Cheyre se produce una semana después de que el presidente chileno, Ricardo Lagos, diera a conocer un escalofriante informe sobre los 27.000 casos de tortura y prisión política durante los 17 años de dictadura, que comenzaron en 1973.