¿Quién controla?

Si no me equivoco, en la nueva ley antibotellón de la Comunidad de Madrid se indica, entre otras cosas, que en las cercanías de los colegios está prohibido que exista o se realice publicidad y venta de bebidas alcohólicas.

Llevo pasando durante dos semanas por delante del colegio público Tomás Bretón (en la calle de Alejandro Dumas, de Pirámides) y junto al colegio hay una medianera cubierta con una gran lona publicitaria de una marca de brandy con graduación de 40º.

Yo me pregunto: ¿Las leyes para qué se hacen? ¿Para transgredirlas y que se pague su correspondiente multa y nos olvidamos del asunto, o para cumplirlas en el entorno del bien común de la sociedad?

Si, en este caso, la publicidad de bebidas alcohólicas en los entornos escolares está claramente prohibida, no entiendo cómo la empresa anunciadora, el soporte o la propia comunidad del edificio que soporta la publicidad admiten que se lleve a cabo dicha publicidad.

¿Es que es tan baja la multa que lo pueden soportar? ¿O es que el Ayuntamiento de nuestra ciudad no controla y pasará el tiempo sin que suceda nada? Probablemente ocurra lo segundo, como en muchas otras tropelías que se producen en nuestra ciudad y de las que el Ayuntamiento hace caso omiso. Parece que lo único interesante es hacer obras y túneles, olvidándonos del común de nuestra ciudad.