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Los datos finales de esta última sesión de Bolsa indican que los inversores europeos han acogido con frialdad el resultado de las elecciones en Estados Unidos, con lo que la Bolsa de Nueva York se quedó sola en la celebración.

Los discretos bandazos del precio del petróleo aparecían ayer como una excusa secundaria para justificar la prudencia con que la inversión europea afrontaba esta sesión, en la que primaba la previsible continuidad en la incertidumbre geopolítica.

En un segundo plano quedaba también el descenso en los pedidos a fábrica en Estados Unidos del mes de septiembre y el avance del índice de actividad del sector servicios de octubre, que confirman el irregular crecimiento de la economía estadounidense.

Con todo, la mayoría de los índices de las bolsas europeas cerró con pequeños avances que, en el caso del mercado español, suponen un nuevo máximo anual, el segundo consecutivo. El Ibex 35 avanzó el 0,23%, aunque llegó a ganar el 0,83% en algunos momentos de la sesión. Los 8.525,70 puntos con que cerró este índice suponen recuperar el nivel de finales de 2001, algo bastante meritorio teniendo en cuenta el actual nivel de los precios del petróleo. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 0,20% para cerrar en 898,45, después de haber superado el nivel de los 900 puntos que perdió en junio de 2001.

La contratación en el Mercado Continuo se mantiene en niveles altos, aunque ya por debajo de la jornada anterior. En total se negociaron 2.997,22 millones de euros, con algo más de 500 millones en operaciones institucionales.

Los avances del resto de los mercados europeos fueron mínimos, con el 0,11% en París y el 0,04% en Francfort, mientras que la Bolsa de Londres terminaba la jornada con una subida del 0,54%.

La Bolsa de Nueva York abrió con un avance del 1,79%, pero poco a poco se fueron enfriando los ánimos y al cierre la ganancia se redujo al 1,01%, en parte por el pequeño repunte del precio del petróleo, y también porque la dirección de la economía seguirá siendo la misma.