El problema es de alumnos y maestros

Los padres reparten culpas a proa y a popa: los alumnos no se esfuerzan, dice un 43%; son los profesores los que no tienen unas enseñanzas bien adaptadas y, por tanto, los contenidos de la clase no interesan a nuestros hijos, opina un 42%. Sólo un 9,6% soporta la culpa que les corresponde en el fracaso escolar de los chicos, en la falta de preocupación de la familia por el sistema educativo.

Ahora bien, en las tareas escolares diarias el 79,6% asegura que colabora; les contradicen en parte sus propios hijos rebajando esa cifra al 45%.

Estas opiniones las recabó el Instituto de Educación y Asesoramiento Educativo (Idea) hace un par de años entre profesores de instituto de la Comunidad de Madrid y tienen validez estadística para otras comunidades.

El Ministerio de Educación, en su libro para el actual debate educativo, recomienda la participación de los padres tanto en la dirección y gestión de las escuelas como a través de asociaciones propias. "Deben ayudar a establecer una disciplina de trabajo de los alumnos y colaborar en todas las dificultades que el estudio plantea, no sólo en las técnicas.