Las Ciudades Educadoras reclaman espacios abiertos en las tramas urbanas
La asociación reivindica el papel de las urbes como "escuelas a cielo abierto"

La Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), que tiene su sede en Barcelona, reivindicó ayer el papel de las ciudades como "escuelas a cielo abierto y para todo el mundo". Los representantes de esta red, formada por 280 ciudades de 33 países recordaron que el diálogo es la única forma posible de llegar a la paz. Para hoy está prevista una fiesta de bienvenida al verano con pasacalles, baile y espectáculo pirotécnico.
Diversas iniciativas para divulgar la cultura de la paz se presentan en el Speaker's Corner
"Sólo se pueden resolver los conflictos sentándose a hablar y negociar. En Irak esto no sucede, Estados Unidos impone su voluntad y no se entablan conversaciones con ninguna otra parte", aseguró una de las representantes de la entidad, la argentina Alicia Cabezudo.
Hay varios métodos para impregnar a la sociedad civil de la "cultura de la paz". Ayer, en el Speaker's Corner del Fórum, una esquina preparada para intervenciones que den pie a la reflexión, tres miembros de la AICE dieron cuenta de los proyectos con los que esperan empapar a las sociedades civiles de sus respectivas ciudades, lo que, en palabras de Cabezudo, sólo puede lograrse "arrancando todo el discurso violento que hay en la cultura en la que hemos crecido".
Cabezudo es una de las impulsoras de un programa para la ciudad argentina de Rosario que pretende involucrar a todos los agentes sociales posibles: jóvenes, docentes, instituciones educadoras, empresas, organismos públicos y medios de comunicación. Se trata de fijar un plan conjunto para eliminar de la vida cotidiana el discurso violento y promover una reflexión común sobre por qué no hay paz.
El programa se basa sobre todo en acciones de sensibilización a través de los medios de comunicación y en varias campañas que promueven el uso de juguetes no violentos.
Los proyectos para educar en favor de la paz no sólo están destinados a regiones en conflicto. De ello da fe Magnus Haalvelsrud, doctor de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, quien imparte clases de educación para el desarme. "El término paz está cargado de contenido. También significa ausencia de violencia, así que el abandono de las armas es otra manera de progresar hacia ella. En la facultad sobre todo intentamos promover el pensamiento crítico y el diálogo, algo que no es posible en todos los centros de enseñanza. En los Estados con regímenes dictatoriales es casi impensable", asegura Haalvelsrud.
La rama que se dedica a estudiar y promover los derechos humanos es sin duda una de las que han logrado tener más notoriedad en los últimos años. Amada Benavides es miembro de la Fundación Escuelas de Paz en Colombia. Sostiene Benavides que hay dos tipos de paz: "La negativa es la ausencia de guerra. La positiva implica una transformación estructural de la sociedad para lograr más equidad y justicia, y eliminar las barreras comerciales que dificultan el desarrollo".
Además, se han firmado varios acuerdos con colegios por los que los alumnos trabajan sobre estas cuestiones. Sin embargo, la realidad del país impone que también se efectúe esta labor en los barrios, donde la entidad destina a varios jóvenes que acaban de finalizar sus estudios universitarios para tareas de sensibilización. Y para conseguir extender la iniciativa de los "individuos por la paz", sujetos que los representantes de la AICE definen como "activos, inquietos y transformadores".
Por otra parte, la fiesta de verano que se celebrará hoy arrancará a las 22 horas con pasacalles y acabará a la 1:00 con un espectáculo pirotécnico.
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