Hallados varios frescos renacentistas ocultos en la catedral de Valencia

Los trabajos de restauración que se llevan a cabo en la catedral de Valencia permitieron ayer descubrir varios frescos, supuestamente realizados por los pintores italianos Pablo San Leocadio y Francesco Pagano, en 1474 por encargo del entonces Arzobispo de Valencai Roderic de Borja y futuro Papa Alejandro VI.

El propio presidente de la Generalitat, Francisco Camps, fue el encargado de anunciar el descubrimiento de estos frescos, de los que estaba documentada su existencia pero que quedaron ocultos tras las sucesivas reformas barroca y neoclásica realizadas en la catedral de Valencia. Las pinturas, en buen estado de conservación, se hallan en la bóveda del presbiterio y son una muestra de la pintura del primer Renacimiento italiano.

El hallazgo se produjo durante los trabajos de restauración del ábside destinados a eliminar la capa de pintura gris que cubría la ornamentación barroca. Un agujero en el que se escondían las palomas permitió descubrir que la bóveda original estaba cubierta por otra falsa bóveda apoyada sobre los nervios de la antigua que había dejado una cámara de aire de unos 80 centímetros de anchura que han ayudado a proteger los frescos. La obra de los pintores de Roderic de Borja se inició en 1472 y se concluyó en 1481. Los frescos dejaron de ser visibles en 1674 al decidirse la conveniencia de cubrir unas pinturas oscurecidas por el humo de las velas.

Las pinturas, que plasman un trono de serafines de oro fino, ángeles, follajes con frutos y apóstoles, cuentan con abundante documentación, incluido el contrato realizado a los artistas y el pleito consiguiente iniciado por el Cabildo catedralicio disconforme con el resultado. El Museo San Pío V dispone ya de una tabla al óleo de Pablo San Leocadio, con una clara evocación a la pintura de Leonardo.