Jiménez de Parga resalta en su relevo la prioridad de la Constitución sobre los estatutos

Manuel Jiménez de Parga, presidente saliente del Tribunal Constitucional, se despidió ayer en el acto de relevo de cuatro magistrados -entre ellos él, que explicó su adiós como un "A Dios seáis"- con un discurso en el que resaltó que "no es posible, con perspectiva constitucional, olvidarse de que el origen y principio de donde dimanan los estatutos [de autonomía] es la Constitución, que sirve de base y razón de ser a aquéllos".

Jiménez de Parga defendió el "lugar preeminente" de la Constitución y avisó que "sería un error colocar en el centro del bloque [de constitucionalidad] a los estatutos de autonomía y en la periferia a la Constitución". El discurso se produjo ante los cuatro magistrados entrantes, los cuatro salientes (además de él, Tomás S. Vives, Pablo García Manzano y Pablo Cachón) y los ocho que permanecen, así como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Justicia, el presidente del Supremo y del Consejo del Poder Judicial (CGPJ), el fiscal general del Estado, el presidente del Consejo de Estado, ex presidentes y ex jueces del Constitucional y numerosos juristas.

La discreción pública del juez

El presidente saliente del Constitucional, que ha sido criticado por su facilidad para opinar públicamente durante su mandato, puso como ejemplo al juez Holmes, "magistrado constitucional del Tribunal Supremo de Washington [que] intervenía con frecuencia en los debates públicos"; apeló también a las "consideraciones (...) jurídico-políticas" del juez Warren, y añadió: "Olvidándose de Holmes, de Warren y de sus más egregios colegas, algunos han llegado a afirmar, entre nosotros, que el juez constitucional sólo debe hablar públicamente por medio de sus sentencias".

El discurso tuvo su momento emotivo al evocar el 14 de febrero de 1996, cuando el pleno del Tribunal recibió la noticia del asesinato del ex presidente Francisco Tomás y Valiente, de quien leyó un texto iniciado así: "No se puede pensar en los derechos fundamentales sin pensar en el Estado". De ahí que Jiménez de Parga agradeciera muy especialmente la placa que le han regalado sus compañeros del Constitucional, que le define como "Un jurista del Estado para España".

A continuación fueron llamados los nuevos magistrados, y el todavía presidente del Constitucional les fue imponiendo la medalla de magistrado, "en signo de la toma de posesión de su cargo". Primero tomaron posesión los dos catedráticos de Derecho Constitucional propuestos por el Gobierno: Manuel Aragón Reyes y Pablo Pérez Tremps. Después lo hicieron los dos propuestos por el CGPJ: Ramón Rodríguez Arribas y Pascual Sala.

Seguidamente, el magistrado más antiguo del Tribunal, Vicente Conde Martín de Hijas, asumió la presidencia en funciones. Poco después se fijó para la semana próxima el pleno que elegirá presidente y vicepresidente.