Alonso: "Ralf no debería correr más en su vida"

Después de 41 vueltas, cuando se lanzaba a tumba abierta en pos de su compañero, Jarno Trulli, Fernando Alonso sufrió un accidente que rozó la tragedia, aunque se saldó sin mayores consecuencias físicas para el español. Sucedió en el interior del túnel, nada menos. Cuando los bólidos buscaban de nuevo el esplendoroso sol monegasco a unos 270 kilómetros por hora.

Alonso efectuó una maniobra para adelantar. Tuvo que abrirse, dijo él, por la izquierda, por la peligrosísima zona sucia del asfalto, debido a la repentina aceleración de Ralf Schumacher, que era quien le precedía. El Renault R24 de Alonso, en su intento de evitar el choque con el Williams del alemán, colisionó contra la pared izquierda, de la que salieron chispas, y, ya con las ruedas y el tren delantero destrozado, se desplazó de nuevo hacia la derecha. Afortunadamente, a pesar de lo aparatoso del eslalon trazado por el coche azul y amarillo y del peligro de ser embestido, Alonso salió indemne.

"Estamos muchos jugándonos la vida para que un idiota así acabe con tu carrera"

Nada más abandonar los límites de la pista, Alonso hizo gestos que delataban su monumental enfado. Era la primera vez este curso que no puntuaba. Pero su indignación se debía a motivos mucho más profundos. Acababa de jugarse la vida por culpa, en su opinión, del menor de los Schumacher: "¿Qué puedo contar que no se haya visto? Llego al Casino y tengo a Ralf delante de mí. Le habían enseñado la bandera azul durante un montón de curvas y no había hecho caso ni a Jarno ni a mí. No debe de ver muy bien. A la salida del portier, puso la primera, y pensé que ahí me dejaba pasar, porque mi intención no era adelantarle en el túnel, sino en la frenada. Y, cuando estaba adelantándole, me quedé sorprendido cuando comenzó a meter marchas como un loco estando yo por fuera de la trayectoria y por la parte más sucia de la pista. Ha acelerado sabiendo que estaba allí para que tuviera que irme por fuera y chocara contra el muro. Ha sido la típica acción de Ralf."

Los problemas entre el piloto de Williams y Alonso vienen de lejos. Ya en Imola, el pasado 25 de abril, tuvieron otro altercado. El Renault de Alonso, cuando trataba de adelantar, fue tocado por el Williams de Ralf. En aquella ocasión, Alonso salió mejor librado: concluyó en la cuarta posición mientras que Ralf quedó relegado al séptimo lugar.

La explicación de Ralf para lo que aconteció ayer es que tenía ciertos problemas con la caja de cambios. "Las explicaciones que pueda dar son las mismas que daría mi sobrina, que tiene dos años", afirmó, tajante, Alonso; "sabemos todos que no hay que ponerse nervioso con gente así". "No se merece estar donde está y ojalá que lo investiguen y le pongan una sanción muy dura. Estamos muchos pilotos jugándonos la vida para que un idiota así acabe con tu carrera. Casi seguro que no pasará nada por ser quien es. Si fuese otro, no le permitirían correr. Espero que le sancionen de una vez. Tendrían que quitarle la licencia y que no corriera más en su vida", concluyó.