Incentivos plurianuales pagados en acciones
Alinear los intereses de los directivos con los de los accionistas, premiando la creación de valor, es el objetivo fundamental de cualquier incentivo a largo plazo y, en particular, de las opciones sobre acciones (stock options).
En efecto, las opciones son un instrumento idóneo para recompensar el aumento en la cotización de una empresa, ya que sólo tienen valor si las acciones suben de precio. No obstante, su utilización masiva, como incentivo a largo plazo para directivos, ha suscitado críticas por las elevadas cantidades que algunos han recibido y porque -se dice- incitan al fraude contable.
En nuestra opinión, estas críticas no se fundamentan. El importe del incentivo no es consecuencia de haber utilizado opciones, sino que es una decisión de política de compensación, que se toma al comienzo del plan. Si las cantidades son excesivas, y no responden ni a su mercado de referencia ni al valor creado durante el período, lo seguirán siendo aunque se cobre en acciones, en opciones o en dinero. Y respecto al fraude, dejando aparte el que los directivos condenados son un porcentaje insignificante sobre el total, se podría argumentar que cualquier incentivo que reconozca la mejora en resultados también podría incitar a falsear los mismos.
Las 'perfomance shares' permiten recompensar el logro de objetivos cercanos y ganar con el precio de la acción
Hay, sin embargo, ciertos aspectos de las opciones que hacen que no sean el instrumento más adecuado en muchos casos. Para un directivo de segunda línea, en una filial no cotizada de una empresa, el objetivo de aumentar la cotización puede parecer excesivamente lejano: sus decisiones y acciones en su ámbito de influencia tienen un impacto muy limitado sobre la cotización. Incentivar a este directivo exclusivamente con opciones es como decirle que su incentivo no depende de su desempeño. Además, desde el punto de vista financiero y contable, las opciones han perdido parte del atractivo que tenían.
Como consecuencia de esto, ciertos instrumentos alternativos a las opciones tradicionales han recibido un fuerte impulso en el último año. Algunas empresas están convirtiendo opciones no transmisibles (las de toda la vida) en opciones transmisibles. Esto permite al empleado venderlas y sacarles algún rendimiento, incluso cuando la cotización es inferior al precio de ejercicio. Mientras esto resuelve, en parte, el problema de percepción de valor citado anteriormente, no resuelve el problema de la escasa influencia del colectivo más amplio de directivos en la cotización. Además pierde cualquier efecto de retención, al quedarse el directivo con las opciones incluso si deja la empresa voluntariamente.
La entrega de acciones sujetas a ciertas condiciones (restricted stock) puede ser una alternativa muy atractiva para los directivos de primera línea, puesto que siempre mantienen cierto valor, aunque el mercado pase por momentos de bajadas generalizadas. Sin embargo, son menos apalancados que las opciones cuyo precio es más volátil, y tampoco resuelven la cuestión de los directivos de segunda línea y filiales.
Las llamadas performance shares aúnan las ventajas de estas dos últimas alternativas. Son un instrumento basado en métricas plurianuales cuya moneda de pago son acciones de la compañía. Permiten recompensar el logro de objetivos cercanos a la gestión del directivo, a la vez que hacen posibles ganancias en el precio de la acción, tanto durante la vida del plan como posteriormente, si se mantienen en cartera. Apostamos por este tipo de planes para los próximos tiempos, aunque las opciones nunca desaparecerán por completo.
Tony Gennaoui e Ignacio Revuelta son socio-director y gerente de Towers Perrin, respectivamente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Juan Manuel Moreno y su visión de la erótica del poder: “Cuando lideras una comunidad eres más interesante y hace que las mujeres se acerquen con interés”
Cross
Nvidia vuelve a salir de compras: adquiere SchedMD, desarrolladora del sistema de gestión de cargas Slurm
Trabajo pacta con los sindicatos ampliar el permiso por fallecimiento a diez días
Lo más visto
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- El actor y director Rob Reiner y su esposa Michele, hallados acuchillados en su mansión de Los Ángeles
- El hombre que desarmó a uno de los atacantes en Sídney es aclamado como un héroe en Australia
- El juez cree que la red de Leire Díez y el exdirector de la SEPI contó con “diversos cargos públicos” para el cobro de comisiones entre 2021 y 2023
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas




























































